Congresistas republicanos criticaron a la administración del presidente Joe Biden por permitir la venta de chips de Intel a la sancionada compañía china Huawei. Esto ocurrió después de que Huawei presentó, la semana pasada, la MateBook X Pro, su primera computadora portátil con inteligencia artificial (IA), impulsada por el nuevo microprocesador Intel Core Ultra 9, según información de la agencia de noticias Reuters.
En 2019, Estados Unidos impuso restricciones a Huawei por considerarla una amenaza a la seguridad nacional, lo que prohíbe a las empresas estadounidenses hacer negocios con ella sin una licencia de autorización. Una de esas licencias, emitida durante la administración de Donald Trump, permitió a Intel enviar procesadores a Huawei para sus computadoras portátiles desde 2020.
“Uno de los mayores misterios en Washington es por qué el Departamento de Comercio continúa permitiendo que se envíe tecnología estadounidense a Huawei”, dijo a Reuters el congresista republicano Michael Gallagher, que preside el comité selecto sobre China de la Cámara de Representantes.
Asimismo, el congresista republicano Michael McCaul afirmó que las aprobaciones a Huawei deberían terminar. Mencionó que hace dos años se esperaba que estas licencias finalizaran, lo cual no ha sucedido hasta ahora, de acuerdo a la información publicada por la agencia el 12 de abril.
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El 20 de marzo, la Casa Blanca anunció un paquete de ayuda financiera y subvenciones por casi $20.000 millones para que Intel aumente su producción de semiconductores, componentes esenciales en el desarrollo de la tecnología de la IA.
Tanto el Departamento de Comercio como Intel optaron por no hacer comentarios a Reuters, mientras que Huawei no respondió a la solicitud de información realizada por la agencia.
Huawei reportó un aumento significativo en sus beneficios netos en 2023, registrando más del doble de ganancias y un crecimiento del 9,6% en su volumen de negocios, alcanzando los $97.500 millones a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos. La empresa, con sede en Shenzhen, China, informó que sus beneficios netos alcanzaron los $12.000 millones, un aumento del 144,4% respecto al año anterior, según reportó la agencia AFP.
Intel, tiene operaciones en Costa Rica desde 1997, emplea a aproximadamente 3.400 colaboradores directos y más de 4.000 indirectos. Además, opera en tres centros de excelencia: ingeniería, servicios empresariales, y ensamblaje y prueba. En agosto del 2023, la multinacional informó de que asignó $1.200 millones para sus operaciones en el país, destinados a actualizar procesos para trabajar en las tecnologías más novedosas, en un periodo de dos años.
En el 2020, la empresa anunció inicialmente una inversión de $350 millones para Costa Rica, que se amplió a $600 millones en el 2021 para acelerar las operaciones.