Competencia perfecta: Cadenas globales de valor

Pese a los hechos que evidencian los patrones de comercio mundial hay todavía muchas barreras y amenazas al desarrollo y la profundización de encadenamientos

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El fenómeno de la globalización y el crecimiento del comercio mundial durante los últimos 50 años no puede explicarse sin hacer referencia al desarrollo de las denominadas cadenas de valor.

Se trata de una forma de organizar la producción de manufacturas de manera tal que diferentes componentes y etapas del proceso son realizados en países distintos, atendiendo a sus ventajas comparativas y competitivas específicas.

Esto, evidentemente, significó una utilización más eficiente de los factores productivos a nivel global, pues ahora, un país no debía concentrar todas las fases de generación de valor que implica la producción de un bien industrial para poder exportarlo, sino que, mediante la importación de componentes o servicios, podría participar en ese proceso contribuyendo de acuerdo con sus ventajas relativas.

Hoy, por ejemplo, cuando se importa un teléfono inteligente pese a que las estadísticas de comercio exterior – basadas aún en su valor bruto – indiquen que proviene de China, en realidad lo que se está comprando en el exterior es, en términos generales, ensamblaje trabajo-intensivo chino, con componentes electrónicos más sofisticados manufacturados en Corea del Sur y Taiwán y servicios – como diseño, ingeniería, transporte y finanzas – provenientes de los Estados Unidos o de otras economías avanzadas.

Para las economías en desarrollo, las cadenas globales de valor han sido un factor clave de crecimiento y diversificación que les permitió, con mayor facilidad y rapidez, moverse de la exportación de bienes agrícolas a las manufacturas y los servicios. Y lo que es más importante, desplazarse, paulatinamente, de los componentes de menor valor de la cadena – por ejemplo, las actividades de ensamblaje – a las de mayor valor: manufacturas más sofisticadas y, principalmente, servicios.

Pese a los hechos que evidencian los patrones de comercio mundial hay todavía muchas barreras y amenazas al desarrollo y la profundización de las cadenas globales de valor.

En las economías menos desarrolladas, pese a que suele reconocerse la necesidad de que los sectores exportadores cuenten con los mejores insumos si desean ser competitivos globalmente, la forma de propiciar esto ha sido la de crear regímenes o incluso áreas económicas especiales con baja protección arancelaria y otros beneficios, en lugar de procurar una liberalización generalizada de la economía. Al tomar esta ruta, al final del día lo que se está evitando es que se generen más encadenamientos con otros sectores, pues la protección y la falta de competencia en los mercados internos termina siendo un lastre para la productividad de las actividades que no tienen la fortuna de gozar de ambientes de negocio privilegiados.

En el mundo desarrollado, por su parte, también se cuecen habas. El resurgimiento del proteccionismo – al calor de la retórica populista – es otra amenaza evidente sobre las cadenas de valor; además de un contrasentido, pues al imponer barreras contra las importaciones, al final del día, están afectándose las actividades locales de servicios y de manufactura más tecnificada que aportan una buena parte, sino la mayor, del valor de los bienes comprados en el exterior.

arce.jose@econoglobal.org.