El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó, este martes 29 de junio, una nueva línea de crédito para el Gobierno de Costa Rica por $300 millones cuyo objetivo será apoyar la sostenibilidad fiscal e impulsar la recuperación pospandemia.
El organismo multilateral informó, en un comunicado de prensa, que buscan apoyar los esfuerzos del país para proteger los ingresos y empleos de las personas frente al impacto de la covid-19, fortalecer a las pequeñas y medianas empresas (pymes) y sentar las bases para el desarrollo verde y bajo en carbono.
“Felicitamos a las autoridades por las medidas tomadas para fortalecer la eficiencia de la red de seguridad social y programas vocacionales, el marco de insolvencia, los recursos humanos, la gestión de la deuda y la transparencia del sector energético”, manifestó Michel Kerf, director del Banco Mundial para Centroamérica y República Dominicana.
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La operación de $300 millones, financiada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), es a tasa de interés variable, a un plazo de 20 años y cuenta con un periodo de gracia inicial de cuatro años.
“Contribuye a aumentar los ingresos fiscales estructurales y a contener el crecimiento del gasto garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad de las finanzas públicas tras la crisis de salud”, se justifica en el comunicado.
Este es el segundo préstamo para políticas de desarrollo para la gestión fiscal y de descarbonización que el Banco Mundial otorga a Costa Rica.
En junio del 2020, también avaló el primer crédito por $300 millones.
“La operación apoya nuestros esfuerzos para responder a las diferentes olas de la pandemia, mientras continuamos estableciendo las condiciones para una recuperación sólida y sostenible a través de reformas económicas, fiscales y de acción climática”, dijo Elian Villegas, ministro de Hacienda.
El jerarca destacó que es una muestra de la relación sólida y duradera con el organismo multilateral.
La semana pasada, el jerarca de Hacienda firmó dos préstamos de apoyo presupuestario, por un total de $500 millones, con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El préstamo es de tasa fija y tiene un vencimiento final de 34,5 años, incluido un periodo de gracia de cinco años.
El primero de los créditos, por $250 millones, contempla recursos de apoyo presupuestario con la finalidad de aumentar el gasto relacionado con la emergencia sanitaria y apoyar a hogares y empresas afectadas por la crisis.
En tanto que la segunda operación, también por $250 millones, apoya reformas estructurales para mejorar la efectividad del marco institucional macro fiscal, aumentar la eficiencia y progresividad del sistema tributario y mejorar la eficiencia y equidad en la gestión del gasto público.
Los créditos del Banco Mundial y del BID deben aprobarse en la Asamblea Legislativa para que el Gobierno pueda ejecutarlos.
El pasado 10 de junio, los diputados avalaron en segundo debate otras dos operaciones por un total de $600 millones: $300 millones con el BID y $300 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica.