Las pequeñas y medianas empresas (pymes) pretenden fortalecer los encadenamientos productivos con grandes compañías, para lo cual aprovecharán las experiencias de otros países.
La meta es aplicar nuevos modelos exitosos en los encadenamientos con grandes firmas y en la integración de las propias pymes, en un programa impulsado por el Ministerio de Economía, Industria y comercio (MEIC), que es la entidad estatal reguladora de los programas para pymes.
Se estima que en el país hay alrededor de 100.000 micro-, pequeñas y medianas empresas (mipymes), muchas de las cuales trabajan aisladas, aunque comparten problemas comunes y tienen razones muy fuertes para asociarse.
Ese aislamiento, considerado uno de los mayores problemas de las mipymes, afecta, incluso, la propia identificación de las empresas, como el reconocimiento de situación y sus necesidades financieras y de capacitación.
“Cada día son mayores las exigencias de los estándares de producción y es creciente la diferenciación por servicios”, advirtió Elfid Torres, gerente de Investigación de Fundes.
Por eso, el MEIC, en coordinación con entidades como la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), realiza actividades periódicas de capacitación para los empresarios. Hoy finaliza, por ejemplo, un seminario-taller con la participación de conferencistas de Chile, Argentina, México y Colombia.
Procomer tiene un programa específico destinado a convertir a pequeñas y medianas compañías en exportadoras directas o en abastecedoras de productos intermedios para las grandes empresas.