Costa Rica definirá en los próximos meses qué tipo de empresas extranjeras quiere que se establezcan aquí y cómo retener las ya instaladas.
La identificación de estas empresas será la principal tarea de una comisión especial que está integrada por representantes de los ministerios de Comercio Exterior, Hacienda y Planificación, de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), zonas francas y del Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat).
Dicho grupo comenzará a trabajar a partir del próximo mes en la definición de los llamados “sectores estratégicos”, en el marco de la nueva ley de zonas francas, cuya aplicación comenzó a regir el 22 de enero pasado.
“Son empresas cuyas condiciones productivas están acorde con lo que el país necesita en el futuro y por ello se les darán incentivos para que generen beneficios”, explicó Timothy Scott, director de la Asociación de Zonas Francas (Azofras), la cual reúne a 262 firmas que generan 56.000 empleos.
Entre las posibles empresas beneficiadas, sobresalen las de dispositivos médicos y las de alta tecnología de manufactura avanzada.
Importancia. Gabriela Llobet, directora de Cinde, apuntó que este pasó es importante “para brindarles a las compañías certeza jurídica sobre las condiciones que tendrán para continuar operando o, bien, para decidirse por Costa Rica cuando se trata de nuevas inversiones”.
En este sentido, Scott señaló que las compañías que entren en la categoría deberán cumplir con una serie de requisitos, tanto tributarios como operativos para gozar de esos beneficios.
Por ejemplo, aquellas que se instalen o ya estén en zonas de menor desarrollo, gozarán de la exención del pago de impuestos de renta por un lapso de seis años, de acuerdo con la ley.
Entre los requisitos que esta comisión especial evaluará para las compañías ya instaladas, destacan las exoneraciones –parciales o totales– del impuesto sobre la renta.
Adicionalmente, la empresa puede exportar toda su producción, vender una parte o toda ella en el mercado nacional.
Sin embargo, aquellas que coloquen sus bienes y servicios en el país, deberán pagar impuestos.
En el caso de las nuevas compañías, sus ejecutivos deben demostrar que su inversión podría instalarse en otro país –que no sea en el Istmo– si Costa Rica no les ofrece mano de obra de calidad e incentivos para producir.
Otro de los factores por considerar es que los proyectos tengan una alta contribución al desarrollo social, con la generación de empleos de calidad, bien remunerados.
Además, que los procesos productivos incorporen tecnologías limpias, gestión integral de desechos, ahorro energético y uso eficiente de aguas.