Los mayores desperdicios de energía en las empresas se dan en los procesos de producción, así lo confirmó el gerente general de Consultores en Ingeniería y Recursos Energéticos (CIRE), Luis Fernando Chanto Jarquín.
“Con solo controlar el uso de los equipos funcionales de energía la empresa reducirá la factura eléctrica en 15% y si hace algunas inversiones llegará a 20%”, dijo.
Según Chanto, hay que diferenciar entre gestión energética, que implica acciones de largo plazo, y eficiencia energética, que involucra tecnologías: motores, iluminación y sensores de movimiento, entre otros.
Dicha apreciación la comparte el asesor en energía y ambiente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Agustín Rodríguez, quien aseveró que sin mayor inversión la empresa puede ahorrar mucho.
“Se puede estudiar el uso de luz natural en las áreas de proceso y poner sensores de encendido y apagado en baños. Y que el aire acondicionado se mantenga en una temperatura de 23 °C.”, añadió
Tamaño. Según el gerente de CIRE, para las pequeñas y medianas empresas es el doble de problemático reducir el consumo de energía y por eso se requiere capacitación.
“Tienen que hacer un doble esfuerzo (las pyme); analizar qué tipo de tarifa (eléctrica) tienen y conocer bien sus máquinas, así como buscar alternativas tecnológicas que puedan mejorar su eficiencia energética”, recalcó.
El experto reconoce que la norma ISO 50001 no especifica por sí misma el tamaño de la empresa, sino que es de aplicación universal.
Andrés Villalobos, coordinador Ambiental Corporativo de la empresa cementera Holcim, afirmó que el proceso de auditoría energética les permitió grandes logros en la planta, y mejorar la eficiencia en el consumo térmico y eléctrico.
“Se invirtió en el sistema Energy Team dedicado a la gestión de la energía y se logró reducir el consumo de kilovatio hora por tonelada de cemento en un 10%, desde el 2007 al 2011”, explicó Villalobos.
“Asimismo, se aumentó el volumen de residuos utilizado como energía, sustituyendo el 20% por térmica, evitando el consumo de combustibles fósiles y una emisión cercana a las 30.000 toneladas de dióxido de carbono por año”, dijo.
Gerardo Miranda, gerente Ambiental de Florida Bebidas, explicó que están usando vapor en sus procesos productivos y desarrollan un proyecto de biodiésel para la flota.
Agregó que convirtieron toda la flotilla de montacargas para que opere con gas LPG.