Reportan paralización en obras de ampliación del Canal de Panamá

Obras fueron afectadas por falta de liquidez del consorcio desarrollador

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Panamá

Sindicatos y medios panameños reportaron este martes la paralización casi total de las obras de ampliación del Canal de Panamá, afectadas por falta de liquidez del consorcio desarrollador liderado por las empresas española Sacyr e italiana Salini Impregilo.

Imágenes aéreas de las obras en las vertientes del Atlántico y del Pacífico transmitidas en directo esta mañana por la televisión local mostraron maquinaria parada, con excepción de alguna pala mecánica, y la casi total ausencia de trabajadores.

Los autobuses de transporte gratuito de los obreros llegaban vacíos a las zonas de trabajos, y así mismo se iban, de acuerdo a las imágenes difundidas por la cadena panameña TVN.

La situación se produce en medio de la advertencia del consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) de que puede en "cualquier momento" suspender las obras porque "sobrecostos" superiores a los $1.600 millones lo dejaron sin liquidez, una medida que el Canal rechaza y ha tildado de violación al contrato.

La construcción del tercer juego de esclusas de la vía acuática tiene un adelanto de al menos un 65%, según datos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).

La ACP reportó el domingo una disminución del trabajo en las áreas de la ampliación, que cuatro días antes el administrador del organismo, Jorge Quijano, cifró en al menos un 70% en comparación con noviembre pasado.

Para este martes se espera que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el GUPC sostengan una reunión con Zurich International, depositaria de un seguro de $600 millones que respalda el proyecto.

No está claro qué decisión puede salir de esa cita, aunque Quijano ha sostenido que forma parte de la preparación del ente autónomo para enfrentar cualquier eventualidad "y retomar las obras lo más pronto".

Olmedo García, director del Instituto de Asuntos del Canal de la estatal Universidad de Panamá, dijo hoy a los medios locales que la ACP debe entregar a la aseguradora Zurich un documento en el que denuncie que el consorcio ha suspendido técnicamente los trabajos, lo que es una violación del contrato firmado por las partes.

Por su parte Abelardo Herrera, dirigente de la Central General Autónoma de Trabajadores de Panamá (CGTP), afirmó este martes que al menos 2.600 trabajadores han sido cesados desde noviembre pasado por el contratista, la mayoría de ellos el mes pasado.

Herrera explicó que en la medida que se ha llegado a la "terminación de fase" o vencimiento del contrato temporal, en muchos casos, no se ha renovado, lo que en la práctica, dijo, es un despido.

La nómina de trabajadores de la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, que desarrolla GUPC, alcanzaba casi 6.000 personas en 2012, de acuerdo a datos del consorcio.

Herrera consideró un "chantaje" que el contratista paralice las obras en su pretensión de cobrarle algo al Canal que no está establecido en el contrato, y aseveró que con la situación quien queda pagando los platos rotos son los trabajadores.

En una entrevista con la televisión local, el líder sindical añadió que el CGTP exige que se garantice a los trabajadores sus puestos de trabajo y que la ACP sea garante de ello.

El GUPC obtuvo el contrato para el diseño y construcción del tercer juego de esclusas en el 2009 por su oferta en licitación de $3.118 millones, por debajo de los $3.481 millones establecidos por la ACP como precio máximo.

Las nuevas estructuras debían estar listas en octubre de este año pero se retrasarán a junio de 2015, según avisó el contratista el año pasado, y se teme un nuevo aplazamiento de la entrada en operaciones por el actual conflicto.