Reforma a ley de marinas permitirá a ‘megayates’ extranjeros atracar hasta dos años en Costa Rica

Empresarios e ICT afirman que medida impulsará la economía en zonas costeras. Cambio legal también autoriza a concesionarios dar en garantía este derecho para obtener financiamiento

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La reforma a la ley de marinas turísticas, rubricada este lunes 5 de abril por el mandatario Carlos Alvarado, ampliará el plazo permitido a los megayates de bandera extranjera para atracar en Costa Rica, con el objetivo de impulsar el desarrollo costero.

La nueva norma permite a las embarcaciones foráneas obtener un permiso de seis meses en la modalidad de charteo para estar en el país, el cual se podrá prorrogar hasta un máximo de dos años.

El cambio a la Ley de Impulso a las Marinas Turísticas y el Desarrollo Costero, aprobada en el Congreso el 16 de marzo pasado, también autoriza a desarrollar actividades de recreo y de transporte acuático, buceo y otras afines al turismo, bajo la modalidad de arrendamiento, en aguas y territorio costarricense.

Los megayates son aquellas embarcaciones de bandera extranjera con eslora igual o superior a 24 metros, se explica en la reforma legal.

Los barcos que cuenten con dicha autorización deberán pagar el Impuesto Específico de Charteo, correspondiente al 2,5% sobre los ingresos brutos del servicio brindado, que será destinado al Instituto Costarricense de Turismo (ICT) para el fortalecimiento de la oferta turística en el país.

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Adicionalmente, la reforma autoriza al Estado a otorgar concesiones para marinas turísticas en el Polo Turístico de Papagayo, en Guanacaste, por un plazo máximo de 40 años de la concesión de marinas, prorrogables por periodos de 20 años; y a 35 años para los atracaderos turísticos, que se podrá extender por 10 años.

También faculta a los concesionarios a otorgar en garantía el permiso dado para así acceder a financiamiento.

“Esta reforma (...) fortalecerá la dinámica del turismo náutico en Costa Rica, un segmento que atrae visitantes con un alto poder adquisitivo y tiene enorme impacto en la generación de empleo en las comunidades costeras del país”, manifestó el presidente Alvarado, en la actividad de este lunes, realizada en la Marina Pez Vela, en Quepos.

Mientras tanto, Gustavo Segura, jerarca del ICT, destacó que los cambios darán las condiciones idóneas para recibir yates de largo calado y permitir su permanencia en el país por más tiempo, con lo cual se dinamizará las economías costeras.

“Al modernizarse las condiciones en que operan las marinas se espera que sean un imán más potente para atraer a los amantes del turismo náutico, un segmento que supone un turismo de calidad, congruente con el modelo de desarrollo sostenible”, manifestó Segura..

Por su parte, Jeffrey Duchesneau, presidente de la Asociación de Marinas de Costa Rica, destacó que este es, precisamente, el tipo de toma de decisiones innovadoras que un país debe llevar a cabo en un mundo pospandemia.

“La reforma (...) convierte a Costa Rica en el nuevo destino ideal para el alquiler de barcos de lujo; estamos abriendo todo un mundo de opciones a turistas de otra categoría. Es un escenario donde todos salen favorecidos: el turista, las comunidades costeras y el país también”, explicó Duchesneau, quien también es gerente general de Marina Pez Vela.

Costa Rica permite el ingreso de turistas vía marítima en yates y veleros en cinco marinas autorizadas para operar. Estas son Bahía Golfito, Los Sueños, Pez Vela, Banana Bay y Papagayo.

En conjunto, suman 800 puestos de atraque y atienden decenas de embarcaciones nacionales y extranjeras por mes, la mayoría de bandera extranjera de los Estados Unidos.

Antes de la pandemia atracaban en el país hasta 550 embarcaciones foráneas al mes, después de la crisis sanitaria, lo hacen 350 por mes, según el ICT.

Estas marinas han llegado a emplear de manera directa a 2.500 personas, afirma la institución.