Redes privadas atienden a pacientes con cáncer

Apoyo emocional, albergues y consejos legales son algunos de los servicios

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Ayudar a los pacientes con cáncer, es la premisa con la cual trabajan diversas organizaciones no gubernamentales, fundaciones y asociaciones privadas en el país.

Los servicios que brindan son variados y van desde subsidios para mamografías y exámenes de laboratorio, hasta terapias recreativas gratuitas.

“Todas esas necesidades que resolvemos son necesidades que nosotros pasamos”, explicó Cintia Solano, presidenta de la Asociación Nacional Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi) , organización que, al igual que otras, está formada por voluntarias sobrevivientes de la enfermedad, y que en conjunto crean una red de apoyo fuera del sector público.

Para la mayoría de los servicios los pacientes solo tienen que acercarse a la organización y solicitar la ayuda.

Por ejemplo, la Fundación de Solidaridad para el Paciente con Cáncer de Mama (Fundeso) y la Asociación Resurgir Alajuela cuentan con hogares para hospedar sin costo a pacientes que viven fuera de la Gran Área Metropolitana y tienen que ir a San José, a recibir tratamiento.

“Son para pacientes de lejos, muy pobres, que no tiene dónde quedarse durante el tiempo de los tratamientos”, dijo Flor Molina, presidenta de Resurgir.

La estadía en estos albergues es gratuita e incluye dormitorio y tres comidas diarias para el paciente y su acompañante. En el caso del Albergue Elena Sikora de Fundeso, al acompañante se le cobran ¢5.000.

Por su parte, Fundeso ayuda a sacar citas de mamografías y ultrasonido de mamas. Se puede solicitar beca parcial (la persona paga ¢6.000) o total (la fundación cubre todo). “Para pedir beca traen una carta del Ebáis o de una trabajadora social, en la que se haga constar que la persona no tiene recursos para pagar el tratamiento”, dijo Inés Gutiérrez, una de las voluntarias.

Las que no solicitan beca pagan ¢26.000 por los exámenes, precio menor al promedio de mercado que ronda los ¢50.000. Además, las pacientes que perdieron el cabello por la quimioterapia, pueden alquilar pelucas a ¢5.000, por todo el periodo que necesiten.

Otras ayudas. Ayuda legal a los pacientes que hayan tenido problemas en la enfermedad, es uno de los servicios que brinda Anasovi.

“El cáncer es una enfermedad sumamente cara para el Estado; por ejemplo, hay tratamientos que pueden costar ¢3.000.000 al mes y la Caja los rechaza, entonces nosotros hacemos recursos de amparo para que la Sala IV obligue a la Caja a comprarlos”, explicó Cintia Solano, presidenta de Anasovi. Desde el 2006, han ganado 2.500 recursos.

Fundacáncer , otra de las organizaciones, trabaja con proyectos específicos. Lilian Vázquez, presidenta de la fundación, explicó que realizan visitas domiciliares y si detectan que la casa no tiene condiciones para recibir al paciente, ayudan a solucionarlas. “Una vez remodelamos la habitación de una paciente que no tenía cielo raso y se le metía todo el frío”, dijo.

A esta ayuda se le suman programas de terapias recreativas con cursos de manualidades y otro en el que estilistas profesionales visitan a pacientes con quimioterapia y les enseñan a usar peluca y turbantes.

Además, este año donaron 400 mamografías para reducir la lista de espera en hospitales.

“Tenemos servicios de terapia física, respiratoria, banco de pelucas, turbantes y sillas de ruedas, talleres, grupos de apoyo. Todo a costo cero para el paciente”, explicó Victoria Gamboa, presidenta de la Fundación contra el cáncer Anna Gabriela Ross.

Los que ayudan. Al ser organizaciones sin fines de lucro, su principal forma de financiamiento es mediante donaciones y patrocinios de particulares, empresas o instituciones. Estas se pueden hacer por medio de cuentas bancarias.

“Es importante que la persona cuando haga el depósito especifique para qué proyecto quiere donar el dinero”, especificó Vázquez, de Fundacáncer.

La falta de difusión sobre su labor es uno de los principales retos que enfrentan estas organizaciones para su financiamiento. “Somos muy conocidos por los pacientes pero la población que puede donar no nos conoce”, manifestó Flor Molina, de Resurgir.

A raíz de esto, las asociaciones optan por realizar eventos de recaudación como carreras, bingos, cabalgatas y ferias para obtener fondos.

Por ejemplo, en la caminata contra el cáncer que organiza la Fundación Anna Ross, se recauda más del 80% del financiamiento para el año siguiente. Pero la organización de estas actividades en ocasiones puede ser costosa.

La Asociación Resurgir tiene en el albergue, a diario, 16 personas y otras en lista de espera; Fundacáncer atiende por año, en promedio, a 11.000 personas y Fundeso ha brindado ayuda a cerca de 57.000, desde 1993.