Productores de vinos de Italia temen al Brexit

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Verona, Italia. AFP. Pregúntenle a Cesare Cecchi lo que piensa del Brexit y arrugará la nariz como si estuviera abriendo una botella avinagrada de su “Chianti clásico”, uno de los vinos que produce en la Toscana (centro-norte).

“Estamos todos muy preocupados porque la situación es incierta” tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE), confesó el representante de una de las dinastías del vino más famosas en el mundo.

Cecchi lleva el sentimiento de muchos productores, quienes se citaron esta semana en Verona (noreste de Italia) con motivo de Vinitaly, la mayor feria de vino de la península.

Una cita en la que la palabra Brexit suele ser el centro de las conversaciones de miles de productores y amantes del buen vino, presentes en los 4.000 stands de la feria.

Un mes después de la decisión de la primera ministra británica, Theresa May, de anunciar el divorcio oficial entre el Reino Unido y la Unión Europea, Alex Canneti, director de la firma de importaciones de Londres Berkman Wine Cellars tampoco oculta sus enormes preocupaciones.

El mayor temor es que los vinos, y la gastronomía en general, sean rehenes de las negociaciones entre las ciudades de Londres y Bruselas.

El énfasis que puso recientemente el ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson, sobre la necesidad de que Italia acepte la ley de libre comercio con el Reino Unido para poder seguir vendiendo su famoso Prosecco, no pasó nada desapercibido.

“Es exactamente lo que más temíamos. Nos dijimos ‘Oh, Dios mío!’”, comentó Canneti.

Excluidas las discusiones sobre los servicios financieros o la tecnología nuclear, el mayor nudo podría ser la alimentación, reconoce Canneti. No se puede excluir que los negociadores usen el vino o el queso para asustar a la gente, dijo.

“Ellos saben muy bien lo que está en juego. En Francia hay viticultores dispuestos a quemar camiones cargados si se enojan. Es una manera de presionar a Europa”, sostiene Canneti.

Gran Bretaña produce poco vino, solo en unas pocas hectáreas de Inglaterra y Gales.

Pero la pasión de los británicos por el vino tinto y el blanco no tiende a apagarse, por lo que el Reino Unido es uno de los principales mercados para productores franceses e italianos, después de Estados Unidos.

Las importaciones de vino proveniente de la Unión Europea a Gran Bretaña alcanzaron el año pasado un monto de 2.600 millones de euros.