Los fabricantes de mercancías de lujo miran hacia Estados Unidos

Parte de la creciente riqueza en Estados Unidos proviene de mercados accionarios con un buen rendimiento

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En Houston, Texas, la nueva galería de Chanel está arreglada como el departamento de Coco Chanel, de inspiración barroca, y un salón de zapatos del que cuelgan arañas.

La más grande tienda principal de Yves Saint Laurent en Rodeo Drive, en Beverly Hills, California, tiene una discreta entrada en un callejón trasero para las celebridades. Y en el centro de Manhattan, Hermès, Salvatore Ferragamo y Paul Smith tienen fecha para inaugurar locales en la remodelación de lujo, con un costo de $300 millones, del Centro Financiero Mundial, a orillas del Hudson, con su pabellón de vidrio y un mercado gourmet con temas europeos.

Los proveedores de mercancías de lujo buscan a los millonarios en Estados Unidos, a medida que gente de altos ingresos en Europa deja de gastar, así como la de los mercados emergentes, antes considerados la tierra prometida del lujo.

Y la riqueza, dicen, no está solo confinada a las costas estadounidenses. Los sectores de crecimiento rápido, como el de la tecnología y el de la energía, están transformando ciudades como Houston, Dallas y San José, en California, en algunos de los conglomerados de mayor densidad de riqueza en el mundo.

Desde el 2012, la cantidad de personas de altos ingresos aumentó en algo así como 20% en Dallas y 18% en Houston, de acuerdo con el conteo de la firma Capgemini and RBC Wealth Management.Con el impulso de las ganancias en el mercado y una recuperación económica sesgada, se está recuperando la parte que Estados Unidos tiene de los superricos del mundo.

Desde mediados del 2013, la cantidad de millonarios en Estados Unidos ha aumentado en 1,6 millones, de lejos, el mayor incremento mundial, que, desde entonces, ha hecho que los 90.000 chinos que rebasaron la marca del millón de dólares parezcan pocos, según Credit Suisse.

En el 2014, los estadounidenses con riqueza neta de más de $50 millones superaron en número a sus pares chinos por ocho a uno.

Y, con mucho, Estados Unidos seguirá siendo el país más rico, dice Credit Suisse, con riqueza agregada de más de $114,000 billones en el 2019.

Los vendedores al menudeo de mercancías de lujo ven ahora a los ultrarricos de Estados Unidos como los más grandes impulsores del crecimiento, por encima de los magnates de Hong Kong o los poderosos de Rusia.

“Si uno analiza el último año, Estados Unidos ha estado hasta arriba de nuestros planes de inversión”, comentó Michele Norsa, el director ejecutivo de Salvatore Ferragamo, fabricante italiano de zapatos de lujo.

“Hay oportunidades en la costa oeste, con el sector de la tecnología y el turismo asiáticos allá”, comentó Norsa. “Hay oportunidades en Miami, que se está haciendo importante como una ventana hacia América Latina. Vemos oportunidades no solo para este año, sino a largo plazo”.

El fuerte gasto en artículos de lujo es una noticia bien recibida en un sector subyugado por el lento crecimiento en Europa y en los mercados emergentes que otrora parecieron ofrecer el mayor potencial para el crecimiento, pero son golpeados por precios más débiles de los activos, presiones sobre la moneda, y la agitación económica y política.

Las ventas de artículos de lujo especialmente en China, se han desacelerado de cara a las medidas enérgicas aplicadas contra los sobornos, y es probable que ello haya llevado a la primera baja en las ventas de esos artículos allá en más de una década, según la consultoría Bain.

Un rublo débil y la baja confianza del consumidor han afectado el gasto de otro grupo de compradores de mercancías de lujo: los rusos adinerados.

En Estados Unidos, el gasto personal de lujo aumentó un 50% constante el año pasado, a cerca de $73.000 millones, estima Bain, en comparación con el crecimiento negativo en gigantes previos, como China y Rusia.

Un informe de LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton, el fabricante de productos de lujo más grande del mundo, subrayó los cambios de mercado. La compañía dijo que las ventas anuales en Asia cayeron 6% en el 2014, en comparación al año anterior, debido al debilitado mercado del lujo en China. Las ventas en Europa crecieron un tibio 3%. Sin embargo, su detalle estimulante fue Estados Unidos, donde los ingresos anuales subieron 8% respecto del año anterior.

“Hay toda una generación de treintañeros y cuarentones que ganan millones de dólares al año en los fondos de cobertura, tecnología y bienes raíces”, notó David Friedman, el presidente de la consultora Wealth-X.

Parte de la creciente riqueza en Estados Unidos proviene de mercados accionarios en los que ha habido un buen rendimiento, y esa riqueza se suma a la de los estadounidenses de altos ingresos. Y por todo el país, inmigrantes altamente calificados, de altos ingresos, a los que Estados Unidos atrae en forma desproporcionada, están impulsando el consumo de alta calidad.

Pareciera que no hay otro lugar más a favor del lujo en Estados Unidos que Manhattan. La ciudad de Nueva York gastó más de $25.500 millones en productos de lujo el año pasado, más que todo Japón, estima Bain.

Y el centro de la atención del lujo está cambiando al centro de Manhattan, otrora el dominio de agobiados usuarios de los servicios de cercanías. El grupo Westfield va a inaugurar un segundo centro comercial de lujo en el barrio a finales del año.

“Es un mercado en sí mismo, y tiene un crecimiento tremendo”, comentó Gerald L. Storch, director ejecutivo de Hudson’s Bay, la compañía matriz de Saks Fifth Avenue.