Fincas aumentan potencial de ventas con certificaciones sostenibles

Entre las empresas que se benefician están Coopetarrazú y Finca San Alberto

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Las fincas nacionales encontraron que certificar sus operaciones con sellos de producción sostenible aumenta su potencial de ventas dentro y fuera del territorio costarricense.

El ser sostenible no solo involucra ejecutar medidas para disminuir el impacto al medio ambiente, sino también, de carácter laboral y económico.

Así operan fincas ligadas a organizaciones como Coopetarrazú, Finca San Alberto, Expofrut, así como Plantas y Flores Ornamentales. Sus labores son reconocidas por certificadores como Rainforest y Global GAP.

Sin embargo, en el país hay otras firmas que ofrecen certificaciones en sostenibilidad y ambiente, como el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco) y la Universidad Earth.

Quienes están a cargo de las fincas reconocen que cuantos más sellos posean, hay más opciones de realizar negocios y, en ciertos casos, hasta de elevar el precio. “Hemos podido abrir mercados y tener acceso a clientes que, de otra forma (sin tener la certificación), no hubiéramos accedido”, dijo Carlos Rivera, director de Coopetarrazú.

La cooperativa posee 3.500 fincas de café, de las cuales 214 tienen el sello de sostenibilidad de la firma internacional Rainforest Alliance, que certifica estándares en la protección de vida silvestre, los suelos y fuentes de agua; así como de sus trabajadores, familias y la comunidad.

Las fincas restantes también trabajan bajo el concepto sostenible; sin embargo, no están certificadas debido a que ahora hay más oferta que demanda del café que lleva el distintivo.

El 75% del café producido por la cooperativa se exporta a Estados Unidos (comprador principal del café certificado por Rainforest Alliance), Japón, Australia y algunos países europeos.

Las operaciones de Coopetarrazú también son reconocidas con los sellos Fair Trade (comercio justo) y Coffee Practice de Starbucks (asegura que el café que compran es cultivado y beneficiado en forma sostenible).

Por su parte, Plantas y Flores Ornamentales, maneja tres fincas (más de 100 hectáreas), desde hace nueva años, bajo el modelo de sostenibilidad. Carlos Córdoba, gerente de Desarrollo Organizacional, mencionó que certificarse es parte de la estrategia comercial de la empresa, la cual está generando buenos resultados en las ventas al crecer, en promedio, un 10% anual.

Aunado al crecimiento en los números, la compañía, también valora la baja en los costos de producción al desarrollar las actividades de manera sostenible.

“Hay compradores que prefieren nuestros productos por la certificación; se garantizan de que todo está controlado”, agregó.

La compañía exporta 4.500 toneladas por año al mercado estadounidense, canadiense y otros.

En el caso de Finca San Alberto, producen banano en tres fincas (700 hectáreas) que operan de manera sostenible desde 1996. Jorge Guerrero, coordinador de Gestión para Certificaciones, mencionó que su producto es certificado debido a que, para algunos clientes, es un requisito contractual. Además de la auditoría de Rainforest, la empresa pasa por los procesos de inspección ISO 14.001 (administración de riesgos ambientales) y la Global GAP (garantiza la producción agropecuaria sostenible).

Finca San Alberto exporta la totalidad de lo que produce (un promedio de 500.000 cajas por finca) a Alemania, Inglaterra, Italia, Estados Unidos y Holanda.

Otra empresa que tiene la certificación de Rainforest y la Global GAP, es Comercializadora Agroindustrial Expofrut, la cual tiene dos fincas dedicadas al cultivo de mango, que en conjunto comprenden 197,5 hectáreas.

“Uno debe tener todo lo posible para competir, más que todo en Europa, ahí ayudan las certificaciones. En ocasiones, no se eleva el precio, pero sí nos pueden dar prioridad por tener un producto certificado”, indicó la gerenta de la firma, Stephanie Villalobos. El 90% de lo que producen se envía a Europa (de 20 a 30 contenedores por año) y esperan que la cantidad aumente debido a que los supermercados allá buscan, cada vez más, a proveedores con certificaciones.

La oferta de certificadores. Rainforest Alliance ofrece una certificación para agricultura sostenible que se puede aplicar en tres modalidades: fincas, administrador del grupo y cadena de custodia. Ana Lucía Corrales, gerenta de Certificación para Mesoamérica, explicó que los sellos generan diversos beneficios, entre ellos los económicos, ya que garantizan un nicho de mercado diferenciado y reducción de compra de agroquímicos.

Inteco tiene cinco opciones que evidencian el compromiso de las empresas con el ambiente, entre ellas, la certificación de carbono neutralidad, la huella carbono producto y la ISO 14.001. Por su parte, la Universidad Earth ofrece el sello de carbono neutral.