Economía del conocimiento avanza con pasos tímidos

Inversión país en I&D alcanza solo 0, 58% en relación con el PIB nacional

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La economía del conocimiento da pasos tímidos en Costa Rica, en donde falta fortalecer una estrategia que promueva la incorporación de más tecnología y valor agregado e integre la participación de la academia, sector público y privado como un ecosistema que avance de forma equilibrada.

La industria del conocimiento abarca rubros como la aplicación de la alta tecnología en los procesos productivos, la investigación y desarrollo (I&D), informática, telecomunicaciones, educación, biotecnología y robótica.

En el país existen comunidades de investigación de alto nivel y con gran potencial, y una influencia científica muy significativa en el exterior por la calidad de trabajos de costarricenses, resaltó María Satos coordinadora de investigación del informe Estado de la Ciencia, Tecnología y la Innovación, del Programa Estado de La Nación (ECTI).

También, ha aumentado la Inversión Extranjera Directa (IED) de medio contenido tecnológico, estásubiendo la inversión de las empresas en I&D y las exportaciones de servicios de base tecnológica.

Pero la estrategia en el modelo de crecimiento del país debería de ser a largo plazo y promover la incorporación de más tecnología y conocimiento en los procesos productivos, aspecto en el que aún estamos rezagados, exteriorizó Santos.

De acuerdo con la Coalición de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) las exportaciones intensivas en conocimiento (I&D, informática, comunicación y otros ) están creciendo a tasas cercanas al 10% anual liderando el empuje de ventas de servicios, incluso, sobre el ingreso de divisas de los turistas.

La salida de I&D crece a un promedio de 30,5% por año desde el 2009, y cerró con $130 millones en el 2016.

Sin embargo, eso es un tímido despegue dado que este rubro reflejó un 1,5% (en el 2015) del total de envíos al exterior, según ECTI. Aunado a que toda la exportación de servicios de base tecnológica solo representó el 5% del total de exportaciones de bienes y servicios en el 2015.

Además, la inversión de Costa Rica en el 2014 en I&D fue de 0,58% en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), es decir, cuatro veces menos que el promedio de la OCDE, que es cerca del 2,3% del PIB.

Incluso, eso es menor al promedio de América Latina (0,75%) e inferior a lo esperado según el nivel de desarrollo del país, según el cual debería rondar el 0,9% del PIB.

Aporte con más potencial. En los últimos 30 años el país basó su desarrollo en la apertura comercial e integración en mercados internacionales, la diversificación de las exportaciones y atracción de IED.

Para Santos, dicha política ha tenido logros indiscutibles, empero, no ha dado los resultados que se esperaban en cuanto a encadenamientos productivos con las pymes locales.

Es decir, no se materializaron los beneficios que se esperaban de la presencia en el país de un enclave de empresas multinacionales de alta tecnología.

“La atracción de inversión extranjera directa se ha conectado con medidas efectivas para promover el desarrollo tecnológico local, pero en las exportaciones de contenido tecnológico medio o alto hay un escaso aporte del tejido productivo local, lo mismo con las patentes de base tecnológica, por lo que hay que apoyar a las pymes para nivelar la cancha”, dijo.

En Costa Rica, el sector privado solo aporta el 35% de la inversión en I&D y el sector público el 65%. En los países desarrollados el sector privado invierte el 70% en I&D del total y el público, el 30% de acuerdo con datos del Miccit.

No obstante, iniciativas como la conformación del cluster de biotecnología Costa Rica BioMed, y las unidades de investigación y desarrollo de varias empresas multinacionales empujan el sector.

Intel es un ejemplo de multinacional que giró hacia la exportación del conocimiento con la apertura de su megalaboratorio donde, entre otras cosas, se diseñan y prueban dispositivos y software.

Boston Scientific desde el 2012 viene reforzando su área de I&D con desarrollo de nuevos productos y servicios de soporte técnico en diseño.

Otro ejemplo es Feilo Sylvania, que en los últimos 5 años el departamento de I&D se ha consolidado como una unidad de investigación tecnológica.

Para Vanessa Gibson, directora de Desarrollo Corporativo y Clima de inversión de Cinde, en Costa Rica hace falta confianza para la aplicación del modelo de la Triple Hélice.

Ese concepto se refiere a la vinculación entre gobierno, universidad y empresa que está tomando importancia en el intercambio de conocimientos y por ende de relaciones.

Eso propicia un ambiente donde estas vinculaciones se consideran parte del desarrollo de un país y generación de conocimientos.

Gibson considera que hace falta una relación más natural entre los involucrados en negociaciones de inversión, propiedad intelectual y otros, para ejecutar estrategias y proyectos de largo plazo en conjunto.