Dos gimnasios locales se apoyaron en la fidelidad de sus clientes para sostener el negocio

El uso de plataformas virtuales fue fundamental para mantener a los usuarios cerca de esas empresas durante la pandemia

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La fidelidad de los clientes resultó fundamental para dos gimnasios locales en su lucha por mantenerse activos y seguir abiertos, brindando este servicio, pese a los embates de la pandemia.

La recuperación, sin embargo, no ha sido nada fácil. Y el nuevo cierre, de la semana del 3 al 9 de mayo pasados, por el aumento de casos positivos de la covid-19 volvió a asestar un fuerte golpe.

Hasta el 30 de abril de este año, el gimnasio Moren, en Cartago, había alcanzado 83% de la visitación de antes de la pandemia. “Eso era muy bueno, pues ya se estaban equilibrando de nuevo las finanzas e incluso se reinició un plan de ahorro”, relató con optimismo Pablo Arrieta, su administrador.

En el caso de Power Fit, en San Pablo de Heredia, el gimnasio alcanzó, al 30 de abril pasado, entre el 65% y el 70% de los clientes previos a la pandemia.

Pero el cierre de la semana pasada llevó a la pérdida de un número cercano al 20%, por lo cual las cifras se devolvieron a cerca del 50% de los números prepandemia, explicó su gerente, Jonathan Solano.

Antes de la pandemia se calculaba que en Costa Rica operaban unos 250 centros de este tipo. La crisis habría causado el cierre de cerca del 20%, aunque todavía no se tienen números certeros.

Testimonios para mercadeo

En Moren, ante la merma de visitación, tuvieron que reinvertarse en mercadeo para recuperar a la clientela.

Arrieta contó que acudieron a los clientes con una relación de más tiempo y que volvieron para grabar vídeos con testimonios. En el mensaje, el enfoque fue la seguridad, porque la empresa aplicó muy seriamente los protocolos sanitarios que se habían solicitado, agregó el administrador.

Los videos se colocaron en las redes sociales y la respuesta fue excelente, recordó. “Parece mentira que una cosa, que quizá se considere pequeña, haya tenido tanto efecto; la fidelidad de los clientes ha sido fundamental en esto”, opinó.

Moren no llegó al despido de ninguno de los 25 colaboradores. Usó los ahorros acumulados para mantenerlos en sus posiciones. Eso sí, los gastó todos. Y en el caso de las reducciones de jornada, se ayudó a los empleados para acceder al bono Proteger.

La lucha ahora, según el administrador, es para evitar un nuevo cierre, pues tendría un impacto más fuerte, ya que apenas están en una recuperación.

Moren cuenta con gimnasio, academia de natación y clínica de terapia física.

Seguridad al cliente

El concepto de seguridad al cliente se convirtió en el centro de la estrategia para Power Fit, en San Pablo de Heredia, empresa que también tiene el centro acuático de enseñanza y salud Wahoo.

Por eso, al iniciar la pandemia y hasta ahora, le empresa duplicó su gasto en productos de limpieza, utilizando marcas con niveles de protección de grado hospitalario, recordó Solano.

Incluso, antes del cierre total del 18 de marzo del 2020, este centro ya había puesto lavamos especiales en sus afueras, así como colocado productos de limpieza, acorde con lo visto el otros países, según su gerente. Hoy, los equipos se desinfectan cada hora y media o cada dos horas.

Con eso y un espacio amplio de 4.000 metros cuadrados, puso en marcha el largo proceso de recuperar la visitación. Acudiendo a la fidelidad había recuperado cerca del 70% de los clientes.

Plataformas virtuales

¿Cómo los mantuvo en relación con la empresa en los momentos más complicados? En este caso, las plataformas virtuales con ejercicios y entretenimiento resultaron muy bien.

Antes, reconoció Solano, afrontaron en el primer semestre del año pasado una dura situación que los llevó al mínimo de empleados, de los 50 que tenían antes de la emergencia.

El aporte familiar de los inversionistas logró sacar a flote este centro en aquella difícil situación, según su gerente.