El Gobierno y el sector empresarial promueven el fortalecimiento de una gastronomía costarricense que funcione como promotor de nuevos negocios.
Una iniciativa conjunta tiene como objetivos revitalizar la cocina tradicional del país, impulsar la innovación culinaria usando productos nativos y estimular el desarrollo de la producción sostenible y orgánica.
La hoja de ruta para conseguirlo quedó establecida en el estudio Gastronomía Costarricense Sostenible y Saludable , desarrollado por la Cámara Costarricense de Restaurantes (Cacore) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
El análisis, presentado en noviembre anterior, propone la vinculación de la gastronomía costarricense a la marca país, como parte del proceso de promoción turística de Costa Rica.
“Una de las preocupaciones es el limitado posicionamiento de la gastronomía como componente del destino turístico. A diferencia de países como México, Perú o Italia, el nuestro no se percibe como un destino atractivo para la degustación gastronómica”, detalló Erick Vargas, consultor encargado de la elaboración del Plan Nacional de Gastronomía Costarricense Sostenible y Saludable .
Por su parte, el director ejecutivo de Cacore, Alejandro Madrigal, manifestó que la gastronomía nunca ha sido vista como una oportunidad de negocio y de desarrollo. “Hay alta posibilidad de encadenamientos productivos y comerciales”, enfatizó.
Cacore y el MAG prevén que en el último trimestre del 2015 se emitirá la declaratoria de interés nacional para este plan sobre la gastronomía local.
Agricultura familiar. El estudio realizado planteó la propuesta de establecer encadenamientos con proveedores regionales, como lo serían familias que cultiven alimentos orgánicos.
La investigación encontró casos de agricultores orgánicos que proveen a restaurantes josefinos con productos como quelite de chayote, raíz de chayote, tacaco, flor de itabo, ñame o malanga. Para lograrlo utilizan canales como el Mercado Borbón, en San José, y la Feria Verde de Aranjuez.
Poca oferta. Sin embargo, también se determinó que la oferta de este tipo de productos aún es limitada y, además, que se carece de canales directos de distribución para hoteles, restaurantes y otros negocios.
“El próximo año habrá un avance en la consolidación de encadenamientos entre los miembros de Cacore y productores de agricultura familiar orgánica y sostenible”, detalló Roberto Azofeifa, jefe del departamento de Producción Sostenible del MAG.
El chef Esteban Cortés comentó que el nicho de consumidores interesados en la gastronomía costarricense innovadora está en desarrollo y tiene potencial de crecimiento, tanto entre consumidores locales como turistas.
Desde el 2012, este proyecto estatal y privado ha efectuado unos 100 laboratorios culinarios con la presencia de chefs y propietarios de hoteles y restaurantes, con el fin de promover esta iniciativa.