El cierre de las operaciones de almacén El Gallito, que tenía cerca de 117 años de funcionar en el país, generó el despido de más de 200 colaboradores.
Carlos Vega, gerente administrativo de la empresa, manifestó que la clausura de las tiendas se hizo efectiva desde el 31 de julio y concluirá este 2 de agosto.
La decisión afectó a quienes trabajaban en los establecimientos ubicados en Desamparados, San Carlos, Alajuela, Heredia centro, el centro comercial Paseo de las Flores, el Museo de los Niños, el Mercado Central de San José y la avenida segunda de la capital.
“El proceso (del pago de los derechos laborales) ha sido paulatino; hoy por hoy, nos quedan pendientes únicamente 15 liquidaciones de empleados y hemos llegado a un buen arreglo de pago con ellos”, dijo Vega.
Por su parte, Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, comentó que noticias como esta muestran la desconfianza del comercio ante la situación económica del país.
Las razones. El gerente administrativo manifestó que las causas del cierre son múltiples. Citó entre ellas un conflicto con un proveedor que vendía luces de bengala. La firma El Gallito fue acusada de no tener los permisos y condenada a pagar una suma millonaria, lo que generó embargos bancarios y daños a la imagen de la compañía.
Esa situación afectó el pago a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), al Ministerio de Hacienda y a proveedores. Para evitar seguir con los problemas financieros, se tomó la decisión de vender el inmueble de avenida segunda.
Otra de las razones que generó el cierre es que diversas compañías dejaron de darle crédito o beneficios con descuentos, con lo cual dificultaron el abastecimiento de los locales.
A estos factores se sumaron la venta de productos a través de sitios web, el comercio informal en las calles y el aparente contrabando de productos por negocios no controlados.