Dada la cantidad de alumnos que asisten a centros privados y la caída en la tasa de natalidad, ¿es previsible que la asistencia a centros de educación pública tienda a caer?, ¿tiene sentido aumentarle el presupuesto?
Lo que ocurre es lo contrario pues la tendencia es a que aumente la asistencia a la educación pública.
”De hecho, entre 2008 y 2012 la matrícula en la secundaria privada solo aumentó un 4% mientras que la matrícula en la secundaria pública aumentó un 13%, lo cual es lógico si consideramos que es muy probable que los hijos de las familias que pueden pagar una educación privada estén asistiendo al colegio, mientras que el porcentaje de jóvenes que aún se encuentran fuera del sistema educativo provengan de familias de clase media–baja o baja, cuya única oportunidad de incorporarse al proceso educativo vendrá de la educación pública”.
Debido a la importancia que tiene la educación privada, ¿deberían existir más controles sobre su calidad y sus precios?
Es una pregunta difícil porque la educación privada tiene un triple carácter: por un lado es un negocio legítimo, por otro, responde al ejercicio de la libertad de educación pero, por otro, atiende una necesidad pública, pues la educación no solo beneficia al individuo que la recibe, sino que tiene externalidades que afectan a toda la sociedad.
”En consecuencia, creo que sí es fundamental que existan controles adecuados”.