Álvaro Cedeño: La mesa de dibujo

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Buscar una solución es menos rico que diseñar una propuesta. En álgebra o geometría, hay un proceso ordenado para encontrar la solución. Para inventar una forma de mejorar la relación con la pareja o para crear ventajas competitivas para la empresa, el proceso no es ordenado. Hay que ir y venir entre grupos de conceptos. Dados un conjunto de hechos y circunstancias, cómo producir una síntesis estratégica tiene más relación con el proceso de pintar una linda flor que con el de resolver un problema de álgebra.

Se necesita un gran borrador. En la mesa de dibujo, los borrones no son correcciones. Son el inicio de nuevos caminos. El borrón es creativo. Borramos para mejorar. No hay borrones con sabor de fracaso. Cuando estamos boceteando, el borrón es optimista. Se vale devolverse. Desandar el camino.

En la mesa de dibujo se trabaja con provisionalidad. Esta línea es tentativa. La trazamos a ver qué ocurre. Experimentamos. Le damos tiempo a lo que va ocurriendo. Hacemos pausas. Cambiamos de sitio para ver mejor. Los perfiles son aproximados. A mano alzada. Fuera escuadras, reglas y compases.

Es el tiempo de la prueba y error. Las ideas crecen, se estiran, se despliegan, se interconectan, flotan, navegan, se mueven y hasta se esfuman. Estamos convocando lo inesperado. Apostando a que desde el próximo escalón veremos lo que aún no vemos. Necesitamos la solidaridad con nuestro yo creativo. Fuera el auto choteo. Fuera el freno de mano: pareja, abuela, jefe. Fuera evaluaciones prematuras. Bienvenida la ocurrencia. ¿Qué pasaría si…? ¿Cuál es el verdadero objetivo ….? ¿Otras formas de lograr lo mismo…?

Se vale jugar. Jugar no es perder el tiempo. Habitualmente estamos en una caja. Posiblemente seguiremos en ella, pero se puede hacer excursiones fuera. Vengan metáforas. Flotemos. Veamos el mundo desde arriba … y si fuéramos fideos en medio del campo y empieza a llover … El pensamiento creativo agradece las alas y aborrece los corsés .