Buenos Aires. Ap El Mercosur y la Unión Europea retomaron ayer en esta capital las negociaciones para alcanzar un acuerdo de asociación en medio de una controversia por el reclamo contra Argentina de que no restrinja las importaciones de alimentos europeos.
Al referirse a la queja europea sobre las supuestas trabas, el Gobierno admitió el martes que en ocasiones Argentina debe cuidar los propios productos.
No existen bloqueos para los productos europeos, dijo el jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien, sin embargo, más tarde reconoció que todos los países tienen medidas proteccionistas que aplican en algún momento.
Delegaciones del Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de la UE se reúnen en Buenos Aires hasta el 2 de julio, en su primera ronda de trabajo desde el anuncio del relanzamiento de las negociaciones en la pasada cumbre de Madrid.
El portavoz de Comercio de la UE, John Clancy, reclamó el lunes a Argentina que cese de bloquear importaciones europeas.
Esa medida, dijo, es contraria a los compromisos de Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Días atrás, Grecia se quejó de que Argentina hubiera cancelado una orden para importar duraznos griegos.