El Gobierno firmará hoy un decreto en el cual reduce el precio del arroz al productor, una medida que justificó en un plan para elevar la productividad de ese cereal.
La medida fue corroborada en la tarde de ayer por la ministra de Agricultura y Ganadería (MAG), Gloria Abraham, aunque no brindó ningún detalle de las cifras.
Abraham fue consultada después de que la ministra de Economía, Industria y Comercio (MEIC), Mayi Antillón, se refirió al tema de la producción de arroz, al salir ayer del Consejo de Gobierno.
El precio del arroz que paga la industria al productor está fijado en ¢24.315 por saco de 73,6 kilos en granza desde el 2008, recordó la ministra Antillón.
Ella tampoco se refirió a cifras, pero se conoció que el Gobierno puso en la mesa de negociación con los arroceros un precio cercano a los ¢19.000 por saco de 73,6 kilos.
Luego de un estira y encoge, los representantes gubernamentales accedieron a elevarlo un poco.
El nuevo precio reducido entrará en vigor en enero próximo.
Antillón dijo que el precio alto a los arroceros se puso en vigencia cuando estaba la crisis mundial de oferta de granos y el Gobierno anterior estimuló la producción local de ese tipo de productos.
Eso provocó que el número de productores se elevara en dos años de 970 a 1.337 y que aumentara en 12.000 hectáreas el área destinada a esa actividad agrícola en el país.
Además, el abastecimiento se repartía en el 2008 en un 50% de gramo importado y el resto local. Esa relación pasó ahora a 65% de grano importado y 35% producido aquí.
El problema, enfatizó Antillón, es que los arroceros se comprometieron a elevar la productividad de 4,3 toneladas por hectárea a 4,5 toneladas. Añadió que no solo incumplieron la meta, sino que, además, en dos años, bajaron la productividad promedio del país a 3,7 toneladas por hectárea.