Los automóviles compartidos ganan terreno en Alemania

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Marc Clemens, fundador y director ejecutivo de Sommelier Privé, un servicio en línea de vinos, renunció a poseer un coche hace un año y medio. Cuando él quiere ir a trabajar por la mañana, consulta su smartphone para ver dónde está aparcado un auto BMW, Smart o Mini en particular, y se lo lleva. Una vez que llega a su destino, aparca el auto en la calle y se olvida de él.

Se basa exclusivamente en dos servicios de coches compartidos, DriveNow y Car2Go. “Yo uso este servicio tres o cuatro veces al día”, dijo, mientras dejaba a un colega frente a un bar de vinos en el distrito Mitte de la capital alemana.

La acción de compartir el automóvil ha existido por décadas en Europa y ha alcanzado gran popularidad en los Estados Unidos con Zipcar. Esos servicios de vehículo compartido con una base requieren que los miembros recojan los vehículos en un lugar determinado, que puede o no ser conveniente. Los usuarios en general tienen que reservar los vehículos de antemano, usar bloques de tiempo prepagado, y cuando usan el automóvil, tienen que devolverlo al mismo lugar, factores que han limitado el atractivo de un auto compartido.

Berlín, sin embargo, se ha convertido en la ciudad con mayor uso, a nivel mundial, de servicio de automóviles compartidos en un solo sentido. Los servicios de un sentido o de libre flotación, que se iniciaron recientemente en los Estados Unidos, hacen uso del GPS y de aplicaciones de teléfonos inteligentes para compartir automóviles en forma mucho más flexible. Los vehículos son aparcados en las calles de la ciudad, y los usuarios recogen el más cercano a ellos. En vez de regresar el auto de vuelta a un lote, los usuarios lo dejan donde encuentran lugar cerca de su destino. Pagan por la cantidad de tiempo dedicado a la conducción.

Estos nuevos sistemas han venido dejando huella. Desde que los primeros sistemas comerciales para compartir vehículo unidireccionales comenzaron en Alemania hace dos años, se han inscrito 183.000 personas, según Bundesverband CarSharing, un gran número, teniendo en cuenta que los sistemas de compartición de automóviles establecidos en Alemania desde hace tiempo tienen 262.000 miembros. Car2Go ha iniciado el servicio en 11 ciudades norteamericanas, incluyendo Austin, Texas, Seattle y el Distrito de Columbia. DriveNow se encuentra en San Francisco, pero utiliza el modelo anterior basado en tener un lote como base para recoger o dejar el auto.

“Esto va a alterar lo que es el coche compartido”, dijo Susan Shaheen, codirectora del Centro de Investigación de Sustentabilidad de Transporte, de la Universidad de Berkeley en California.

Dos de los mayores fabricantes de automóviles de Alemania están de lleno detrás de la idea. DriveNow se asoció a BMW y la compañía de alquiler de autos Sixt, y Car2Go es una filial de Daimler.

Car2Go, que utiliza flotas de autos Smart de Daimler, fue pionera en el modelo de una vía, con un proyecto piloto en Ulm, Alemania, en 2009. “Cada vez más personas en las ciudades no quieren autos propios, pero compartir vehículo era poco atractivo en muchas formas”, dijo Andreas Leo, portavoz de Car2Go.

Ahora, en 21 ciudades, Car2Go tiene un total de 400.000 miembros en todo el mundo. Berlín tiene la mayor flota de la compañía, 1.200 autos. DriveNow, la cual se compone de automóviles Minis y BMW, está activa en cuatro ciudades alemanas con 700 coches en Berlín.

Afiliarse no tiene un costo alto; la idea es que un viaje corto debería costar menos que un taxi. Registrarse en DriveNow cuesta alrededor de $39, y de 32 a 46 centavos de dólar por minuto de conducción. La cuota de inscripción de Car2Go es de $27, y 39 centavos de dólar por minuto de conducción.

La mayoría de los participantes del sistema de auto unidireccional tienden a tener alrededor de 30 años, son hombres y tecnófilos. Sin embargo, tanto Car2Go como DriveNow, señalan que cuanto más tiempo permanecen en una ciudad, mayor número de mujeres y personas de edad se unen al sistema.

DriveNow y Car2Go informan que en Berlín, se suscriben diariamente cientos de nuevos usuarios para hacer uso del servicio de auto compartido en un solo sentido. Otras compañías de automóviles lo han notado, y están uniéndose al sistema. El año pasado, Flinkster, la empresa de autos compartidos con base, que es dirigida por Deutsche Bahn, y la compañía de ferrocarriles alemanes, se asociaron con la compañía de autos compartidos de una vía en múltiples ciudades de Citroen, en un proyecto piloto que ahora cuenta con 350 automóviles de libre flotación en Berlín.

“Las cosas están desarrollándose, y podemos probar de todo, desde bicicletas hasta autos eléctricos, para mejorar la cadena de movilidad”, dijo Susan Sass, de Deutsche Bahn.

En Berlín, a algunos les preocupa que la popularidad de los nuevos sistemas de autos compartidos lleguen a animar a la gente a conducir más que a desplazarse a pie, en bicicleta o bus. “Ambientalmente hablando, eso sería un paso atrás”, dijo Gabi Lambrecht, vocera de Bundesverband CarSharing.

Las compañías de auto compartido de una vía dicen que la mayoría de sus miembros tienen pases mensuales o anuales para el transporte público, y que sus sistemas mejoran, en lugar de competir con los modos de transporte existentes. En todo caso, dicen, hará que sea más fácil para la personas convencerse a abandonar sus carros si saben que tienen fácil acceso a un automóvil cuando lo quieren.