Londres, un laboratorio para la publicidad

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Londres. EFE Varias compañías tecnológicas experimentan en las calles de Londres la forma de crear un sistema de publicidad personalizada que presente a los transeúntes anuncios basados en sus hábitos de consumo.

En un futuro cercano, cuando un individuo pase frente al escaparate de una tienda de ropa, verá ofertas de camisas similares a las que suele comprar.

Para lograr ese tipo de efectos, ya se han probado cámaras con reconocimiento facial en centros comerciales que distinguen las preferencias de los clientes y chips ligados a cuentas de Facebook que revelan los gustos de cada persona cuando se acerca a una tienda.

El invento ha hecho saltar las alarmas de organizaciones que defienden el derecho a la intimidad en el Reino Unido, cuyas quejas han obligado al Ayuntamiento de la capital británica a detener las pruebas de esos dispositivos hasta que se estudien las consecuencias legales que se desprenden de recoger datos de teléfonos móviles sin consentimiento.

Los mecanismos graban el número de identificación de cualquier teléfono celular que pasara por su lado, lo que les permitiría saber cuántas veces y a qué horas pasa una persona por ese lugar.

La dirección de un teléfono móvil es una cifra que no está asociada en principio al nombre o la dirección del dueño del dispositivo, pero una firma de publicidad puede encontrar diversos usos de los datos.

Si una célula de seguimiento similar estuviera instalada en un determinado comercio, la papelera sería capaz de reconocer a los clientes de ese establecimiento, delatados por su móvil, y mostrarles publicidad personalizada sin que llegaran a saber que el anuncio estaba directamente dirigido a ellos.

La empresa responsable de la tecnología, Renew London, apunta otros posibles usos como instalar células a la entrada de los lavabos de locales públicos, para determinar si el propietario de un teléfono es un hombre o una mujer, un dato crucial para un anunciante.

“Desde nuestro punto de vista, esa información está abierta a todo el mundo”, afirmó el director de Renew London, Kaveh Memari.

“Siempre que no añadamos un nombre y una dirección, es legal” , subrayó Memari, quien agregó que páginas como Google o Facebook recogen mucho más información sobre sus usuarios.