Lo artesanal se vende bien

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Aunque la producción artesanal acompaña a la humanidad prácticamente desde la Edad de Piedra, es notable cómo en la actualidad este tipo de fabricación se ha transformado en un sello de calidad y elemento diferenciador dentro de la oferta de bienes que consumimos.

Solo en el sector de alimentos y bebidas la lista es abultada. Helados, quesos, panes, cervezas, mermeladas, embutidos, postres, yogures y hasta gaseosas ostentan con orgullo esa etiqueta que reivindica el proceso manual, con alta intervención del factor humano y un marcado toque personal.

Este boom se traduce en una amplia oferta que se comercializa por canales informales (amigos, familiares y en el trabajo), o bien, en ferias verdes e incluso ya está en las góndolas de supermercados.

¿Hasta dónde puede crecer este mercado sin afectar los precios o la calidad? ¿Cuáles son sus principales amenazas? Repasando las cinco fuerzas que moldean la competencia (Michael Porter), parece que la entrada de nuevos participantes es el punto crítico porque varias de las barreras que existen para impedir que la oferta crezca sin control son bajas, lo que plantea límites al retorno esperado de quienes desean desarrollar un negocio.

Por ejemplo, pensemos en las economías de escala por el lado de la oferta, que permiten reducir los costos por unidad y cerrar la puerta a otros oferentes. Como muchos negocios artesanales producen cantidades limitadas, es difícil obtener mejores precios de los proveedores, comprar materias primas en grandes volúmenes o tener acceso a la tecnología, así que este tipo de ventajas son difíciles de conseguir, pero quienes lo logren tendrán un buen punto a su favor.

Los clientes tampoco enfrentan costos significativos por cambiar de un proveedor a otro, máxime si la oferta de productos está en crecimiento, así que esa no sería una barrera de ingreso para la competencia. Pero el emprendedor sí podría construir una relación duradera con los clientes a partir de la alta calidad del producto, buen servicio, innovación y hasta empatía.

Los requisitos de capital tampoco son un freno para los competidores, pues en algunos de estos negocios los costos iniciales y de operación pueden ser relativamente bajos, sin grandes gastos en maquinaria sofisticada o licencias.

Shelton Group, firma que analiza tendencias del consumo sostenible, señala que los emprendimientos enfocados en lo verde y artesanal son una respuesta a las demandas y aspiraciones de la generación millennial , que en América Latina está llamada a ser uno de los grupos de consumidores más importantes hacia el 2018. Así que si está pensando en un negocio en el creciente sector artesanal, ya sabe hacia dónde apuntar primero.