El sector agropecuario nacional perdió en dos meses más de ¢20.000 millones con el paso de las tormentas Nicole y Tomas, según el último recuento dado a conocer ayer por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Un informe de la Dirección Superior de Operaciones Regionales de ese ministerio, que reunió detalles de todas las oficinas en el país, determinó que Nicole dejó en total ¢6.420 millones en pérdidas. Esta tormenta azotó al país en setiembre pasado.
En tanto, otro recuento muy preliminar de los efectos de Tomas, sumaba hasta ayer pérdidas por ¢13.349 millones. Este fenómeno fue a inicios de noviembre.
De esa manera, los daños de las dos tormentas en el sector agropecuario sumaban, hasta ayer, ¢19.769 millones. Ese monto aumentará bastante porque el impacto de Tomas no ha sido cuantificado en su totalidad en varias de las regiones agrícolas en las que está dividido el país.
A manera de referencia, el valor bruto de la producción agropecuaria del país, en colones corrientes, en el 2009, fue de ¢2,2 billones, según la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa) del MAG. Esto implica que las pérdidas acumuladas hasta ahora, representan el 1% de la producción agropecuaria.
Empero, los temporales causaron que pequeños agricultores perdieran todo. Por eso, la ministra del MAG, Gloria Abraham, anunció el comienzo inmediato de un programa junto con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, para dar asistencia económica directa a quienes perdieron todo.
Este plan se financiará con ¢3.000 millones aportados por dicha cartera, confirmó Abraham.
Falta más. Érick Quirós, director superior de operaciones regionales del MAG, explicó que hay una gran cantidad de fincas a las cuales no se llegó todavía y que podrían tener grandes pérdidas. Tal es el caso de muchos cafetales en la extensa zona de Los Santos.
Hasta ahora se han encontrado daños en gran variedad de cultivos, pues hay efectos en todo el país.
Quirós recordó que se afectó todo tipo de hortalizas (papa, cebolla, lechuga, tomates, chiles, zanahorias). Esto causará una baja en la oferta en las ferias del agricultor y otros mercados y, posiblemente, un aumento de precios.
El problema se presenta en la misma época en que, por estacionalidad, la papa, la cebolla, las lechugas, el tomate y los chiles, por ejemplo, suben de precio por su alto uso en tamales, ensaladas y snacks.
Café, azúcar, palma aceitera, cítricos, arroz, frijol, tilapia, pastos para ganadería, lechería, melón, sandía y, en muy alto grado, la apicultura (abejas para miel), fueron afectados, con diferente magnitud, en varias zonas del país.
También hubo daños en infraestructura de riego, en Guanacaste, y en invernaderos, en Zarcero.
La ministra Abraham y Quirós afirmaron que los daños son muy fuertes y que la erosión de lo suelos es algo invaluable e irreparable.
La jerarca adelantó que se lanzará, en unas dos o tres semanas, un plan de rehabilitación de la producción, el cual facilitará a los productores la adquisición de insumos (herramientas, fertilizantes, plaguicidas y otros).