INS mantendrá negocio de pensiones pese a pérdidas

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En el 2010, y por tercer año consecutivo, la operadora de fondos complementarios para el retiro INS Pensiones cerró con pérdidas en su estado de resultados.

A pesar del tropiezo, su principal accionista, el Instituto Nacional de Seguros (INS), afirmó que se mantendrá en el negocio, y espera que en cuestión de dos años vuelvan las ganancias.

Al cierre del 2010, INS Pensiones reportó pérdidas por ¢443 millones, tres veces mayores a las del 2009.

No obstante, autoridades del INS consideran que la operadora, con más de 17.000 afiliados al Régimen Obligatorio de Pensiones, logrará recuperarse, pues califican como “exitosa” la administración de los fondos de sus clientes.

“El rendimiento que ofrecemos a nuestros clientes es de los mejores del mercado”, dijo Bernal Alfaro, jefe de la Dirección Financiera del INS.

Además, el funcionario considera que el negocio de pensiones es “afín” al de seguros, pues en unos años será obligatorio tomar un plan de desacumulación de la pensión (como el retiro programado o la renta vitalicia), manejados por empresas aseguradoras.

Alfaro considera que, al ser un negocio de largo plazo, es normal operar por corto tiempo con pérdidas. “Además, el INS hizo una capitalización fuerte (inyección de recursos), y es de las operadoras con mayor patrimonio”, aseveró.

De acuerdo con sus estados financieros, la entidad cuenta con ¢2.174 millones de capital social, y ¢2.989 millones de aportes patrimoniales no capitalizados, que amortiguan los resultados financieros.

Sequía. El último año que INS Pensiones registró ganancias fue en el 2007: ¢10 millones.

Alfaro explicó que por aquella época la entidad aseguradora planeaba vender la subsidiaria a otra operadora, y por este motivo no se realizaron inversiones importantes en la entidad.

“Cuando decidimos mantenerla, entonces debíamos invertir en personal y mejoras de infraestructura, principalmente tecnológica”, comentó.

Además, el funcionario adujo que la regulación exigió nuevas áreas de seguimiento de riesgos, que significaron mayores erogaciones. Unido a esto, el traslado de afiliados hacia otras operadoras era mayor que el ingreso de nuevos clientes, situación que se pudo revertir en setiembre del 2009.

“La apreciación del colón también nos afectó”, agregó Alfaro, quién señaló que, para protegerse de las fluctuaciones de dólar, en el 2010 crearon una provisión por ¢265 millones, que son ingresados a la contabilidad como un gasto.

El funcionario comentó que, aunque la operadora no haya hecho uso de esas provisiones, ellas son la explicación de que las pérdidas crecieran desde ¢123 millones, en el 2009, hasta ¢443 millones, el año pasado.

Consultado sobre los desembolsos por mercadeo, alquileres y capacitación del personal, cuyo crecimiento sobrepasa el 40% interanual, Alfaro respondió que estos gastos deben llevarse a cabo con el fin de consolidar la operación de la administradora, y los calificó como “normales”.

Regulación. La Superintendencia de Pensiones (Supen) interviene sobre los regulados cuando la entidad haya sufrido pérdidas que reduzcan su patrimonio a una suma inferior a la mitad.

“El nivel de pérdidas de una entidad autorizada se incluye dentro del indicador de suficiencia patrimonial que se calcula de forma mensual”, mencionó Édgar Robles, superintendente del ramo.

Si la entidad cuenta con un capital suficiente para enfrentar los riesgos, no hay acciones por parte de la Superintendencia.