Trabajadores migrantes aportan el 6,5% del PIB de Costa Rica, según FMI

Reporte del Fondo Monetario Internacional de diciembre del 2023 destaca que la participación de los migrantes en la economía de Costa Rica tiene un impacto positivo

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Las personas extranjeras que laboran en Costa Rica contribuyeron directamente con el 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, en promedio, durante el periodo comprendido entre 2017 y 2021, según señala el informe país del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Costa Rica de diciembre de 2023.

El informe destaca que la contribución de los trabajadores extranjeros al PIB costarricense es notablemente superior al promedio de las economías emergentes y en desarrollo (1,2% del PIB), alineándose más bien con el promedio de los países avanzados (6,9% del PIB).

Para el cálculo, el FMI asume que la contribución de los trabajadores migrantes o refugiados al PIB se determina mediante la proporción entre la masa salarial total y el PIB, ponderada por la participación de los trabajadores extranjeros en el empleo total.

El informe destaca que el impacto fiscal neto de la población nacida en el extranjero en Costa Rica es positivo, promediando el 0,5% del PIB durante el periodo analizado. Las contribuciones a la seguridad social y los ingresos fiscales, a través de impuestos de renta y de consumo alcanzaron alrededor del 1,1% del PIB, superando el costo de proporcionar servicios de salud, educación, transferencias sociales, beneficios de vivienda y pensiones, que sumaron aproximadamente el 0,6% del PIB.

El documento añade que la población extranjera también contribuye a compensar el envejecimiento y estimula a una fuerza laboral que “disminuye rápidamente”. Los flujos de migrantes y refugiados, junto con su estructura de edad más joven, contribuirían a un aumento neto en la fuerza de trabajo durante más tiempo, ante la disminución de la población en edad laboral.

Según el informe, la tasa de participación laboral entre las personas de 18 a 65 años es más alta para los extranjeros que para los nacionales (76% y 68% respectivamente, en 2021), impulsando la oferta laboral.

Nicaragüenses complementan trabajos

El informe del FMI destaca que los nicaragüenses participan en un mercado laboral segmentado, complementando los puestos de trabajo de los nativos en lugar de sustituirlos, pero enfrentan desafíos significativos para obtener la residencia legal y empleos formales.

El 55% de los trabajadores nicaragüenses tienen empleos informales, superando la proporción para los nacionales (42%).

En términos generales, los ingresos salariales de los nicaragüenses en Costa Rica son más bajos que los de los nacionales, promediando un 36% menos, y un 10% menos para los trabajadores de baja calificación.

La contribución fiscal neta de los nicaragüenses también fue positiva, en este caso del 0,1% del PIB. Es decir, sus contribuciones a la seguridad social y los impuestos superaron el costo de los servicios públicos y transferencias sociales que recibieron.

El FMI señala que la alta informalidad laboral y bajos salarios de los trabajadores nicaragüenses en Costa Rica les impiden contribuir más a través de la seguridad social y los impuestos.

Según el documento, leyes que imponen restricciones para regularizar a solicitantes de asilo, la falta de información sobre los procesos de regularización (incluyendo entre los funcionarios de migración) y los retrasos en el sistema migratorio complican aún más la regularización del estatus migratorio.

En su reporte para Costa Rica, el organismo multilateral hizo una serie de recomendaciones al país en términos generales de los trabajadores migrantes. Entre ellas, sugirió fortalecer la capacidad gubernamental para mejorar la identificación, regularización y formalización de migrantes y refugiados, así como para mejorar el diseño de políticas públicas a nivel nacional y regional.

Por último, simplificar los procedimientos, mejorar los sistemas digitales de migración, reforzar la coordinación y el intercambio de información entre las entidades estatales, y contratar más personal podría ayudar a reducir los costos y tiempos de procesamiento para que los extranjeros obtengan un estatus migratorio legal, lo que también mejoraría el empleo y la producción.