Durante los próximos tres años, el ahora hotel Altara El Tucano buscará colocar 2.000 membrecías para el club privado que desarrollará paralelamente a la operación del complejo de hospedaje actual.
Desde la semana pasada, estas instalaciones pasaron a formar parte de una franquicia que las potenciará como un centro de turismo de lujo, enfocado en cuatro áreas: lo médico, lo estético, el spa y lo holístico; todo, integrado al concepto de “bienestar”.
La nueva operación está respaldada con el fideicomiso Altara El Tucano- Scotiabank, que logró captar $7 millones la semana pasada mediante una oferta de bonos en el mercado de valores.
La captación fue por medio de la Bolsa Nacional de Valores, utilizando el mecanismo de oferta pública restringida, que permite la venta de bonos únicamente a inversionistas sofisticados.
Según Massimo Marinoni, vicepresidente de Altara, la empresa también quiere aprovechar la oportunidad que les abre el decreto del Poder Ejecutivo que declara de interés público el turismo de salud y bienestar. “Estamos en el momento justo”, comentó.
La declaratoria tiene vigencia desde el 26 de noviembre pasado, cuando fue publicada en el diario oficial La Gaceta.
Con el cambio, El Tucano tiene ahora como meta convertirse en líder de la industria de turismo vinculado al bienestar, y para esto su administración buscará que el hotel logre obtener las “cinco estrellas”. Esta calificación implica mayor sofisticación y servicio de “muy alta calidad”.
Plan de crecimiento. Para conseguir su expansión, el hotel sacará provecho de sus 87 habitaciones, piscinas de aguas termales naturales y un centro de spa que fue construido hace más de 12 años.
“Tenemos una clínica de spa de las más grandes. Fueron muy visionarios cuando se construyó. La idea estuvo sobredimensionada en su momento”, comentó Álvaro Castro, presidente de Altara.
El hotel, valorado en $16,4 millones (unos ¢8.200 millones), creará también un club privado, para 2.000 socios, con membrecías que tendrán un costo de $16.000, cada una.
Esta participación tendrá una duración de 20 años y cada dueño podrá acceder a servicios exclusivos, días de hospedaje anuales y acceso a más de 150 tipos de terapia.
En la actualidad, el hotel El Tucano recibe a unas 6.000 personas por año, muchas de las cuales son consideradas como potenciales clientes del nuevo club.
De acuerdo con el plan de Altara, un 30% de las membrecías podría venderse a clientes del país, y al menos de un 60% a visitantes de Estados Unidos y Canadá.
La cantidad restante será dirigida a clientes de Centroamérica, Suramérica y Europa.
Altara también implementará el servicio de personal concierge, que consiste en encargados de relaciones públicas que brindarán atención personalizada y servirán como vínculo directo con el club.
El hotel ya trabaja en la remodelación de uno de sus inmuebles donde ubicará consultorios médicos de medicina general, odontología y quiropráctica, entre otros.
“Promoveremos los estilos de vida saludables, pero sin llegar a los extremos”, advirtió Castro, quien aclaró que en el hotel no se realizarán cirugías invasivas.
El representante también señaló que el hotel seguirá recibiendo a los huéspedes que no pertenezcan a la membrecía.