¿Cuáles son sus principales valoraciones después de los primeros tres meses de vigencia del reglamento?
En principio, el tema del Reglamento de tarjetas de crédito y débito viene a adecuarse a la realidad del mercado, a efecto de que el consumidor tenga claro que hay cláusulas que emiten los emisores con deberes, pero también con derechos.
“El consumidor merece información clara para que pueda hacer sus compras. Lo más importante es que tenga pleno conocimiento de lo que está comprando y no se lleve sorpresas durante o después de la adquisición”.
Sorpresas como condicionamientos por compras mínimas o descuentos en efectivo y no con tarjetas...
Yo, como el establecimiento, estoy en la obligación de recibir cualquier medio de pago.
“Esos condicionamientos, como ‘le rebajo tanto por su compra en efectivo’ o ‘solo acepto tarjetas a partir de un monto’, no se deben hacer.
“Con la vigencia del reglamento el comerciante debe preocuparse por aplicarlo en su quehacer diario. Ahora deberá sanear sus prácticas comerciales”.
Pero también es importante que el consumidor se informe; que asuma un papel mucho más proactivo...
El consumidor de hoy tiene más acceso a información y debería saberla utilizar a la hora de comprar. Pero es innegable que el consumidor reclama más que antes, porque conoce más.
Es un aprendizaje que nunca acaba entre los comercios y los clientes...
Así es. Hasta ahora hemos tenido una reacción positiva por parte de las empresas que adecuan sus productos a las necesidades del mercado, y la gente que conoce más.