Tributación cuenta este año con nuevas herramientas de fiscalización que le permitirán ejercer controles más fuertes sobre los contribuyentes.
Además, las sanciones por incumplimientos respecto al impuesto sobre la renta serán mayores. Las multas van de ¢3,7 millones a casi ¢40 millones.
Este panorama de rigurosidad será el que enfrentarán las empresas y profesionales liberales durante el cierre fiscal del 2013.
En este periodo, que concluye el 30 de setiembre, el fisco podrá aplicar por primera vez –en un ejercicio fiscal completo– las normas dadas en las leyes de transparencia fiscal y las de fortalecimiento de la gestión tributaria, aprobadas en setiembre del 2012.
Carlos Vargas, director general de Tributación, reconoció que las nuevas potestades les permitirán ser más efectivos en la fiscalización de la información que declaren las compañías y las personas.
En el periodo por concluir, el principal tributo por pagar será el impuesto sobre la renta. Pero también se presentan declaraciones como la de clientes, proveedores y gastos específicos y la de retenciones de impuestos únicos y definitivos.
Cambios. La principal variación para el periodo fiscal que concluye es la ampliación de las potestades del fisco para solicitar y obtener información de los contribuyentes y la posterior fiscalización de los datos. En materia de impuestos, la legislación no varió; los tributos que se pagan son los mismos.
“Tributación incluso puede solicitar información a terceros, no solo al contribuyente fiscalizado”, explicó Randall Madriz, experto en temas tributarios del bufete Pacheco Coto.
Asimismo, los inspectores de Tributación tienen acceso más directo a registros bancarios y financieros de los contribuyentes. Dicha facultad le permitirá detectar actividades económicas que no quedan registradas en los libros.
Carlos Camacho, presidente del Grupo Camacho, firma consultora en temas tributarios, enfatizó que las empresas deben llevar ahora su contabilidad de acuerdo con las normas internacionales. De lo contrario, se exponen a una multa de hasta un 150% sobre las diferencias que surjan en el monto pagado.
Los expertos consultados insisten en que se deben evitar incongruencias en los datos declarados. La razón es que, mediante controles cruzados, se podrán detectar las omisiones en la declaración.
“El no presentar la información al fisco puede salir muy caro porque las sanciones subieron. Una de las decisiones más importantes es decidir qué dejaré registrado en mi contabilidad al 30 de setiembre”, recalcó Rafael González, socio de Impuestos de Deloitte.
Por otro lado, Carlos Barrantes, socio de PwC, dijo que ahora no solo hay supervisión local, sino también fiscalización de las operaciones de las empresas y profesionales liberales en el extranjero, debido a los convenios de intercambio de información tributaria con terceros países. “Cada día el contribuyente se enfrenta con una administración tributaria mucho más fortalecida e informada”, enfatizó.