El impuesto selectivo de consumo volverá a aumentar a partir del 1º de junio y los productos que serán afectados están en estudio por parte del Consejo Económico, informó el ministro de Hacienda, Fernando Herrero.
La necesidad fiscal hará que se deban subir todos los que se puedan, enfatizó, al tiempo que dijo que aún hay un buen margen para elevar productos que generan una recaudación importante. Con este nuevo incremento se procura alcanzar una recaudación de 5.600 colones millones durante el resto del año.
Tal disposición puede ser tomada mediante un decreto ejecutivo. Así se hizo a partir del 1º de diciembre pasado, cuando también se elevó dicho tributo.
Según Herrero, este aumento obedece a los retrasos en la aprobación legislativa de nuevos impuestos, como el del 1 por ciento sobre los activos de las empresas y el alza en el de ventas del 10 al 15 por ciento. Se aplicará a partir de junio porque la ley de creación de este gravamen solo permite modificaciones cada seis meses.
Aproximadamente 1.500 productos -específicamente 1.500 incisos arancelarios- tienen la carga impositiva de consumo.
Sin embargo, los bienes que generan el 80 por ciento de la recaudación son las prendas de vestir, la cerveza y los licores, los cigarrillos, las bebidas gaseosas, los perfumes y cosméticos, los electrodomésticos, los vehículos automotores, los detergentes, las llantas, las pinturas y los barnices.
Todos estos aumentaron en diciembre pasado, excepto los cigarrillos. En esta oportunidad no se podrá variar el tributo a la cerveza y tampoco el que grava los cigarrillos pues ambos se encuentran en el nivel máximo permitido por ley.
Otros, como los carros, sí tienen margen para elevarse. Actualmente, la tarifa está en 60 por ciento y puede subirse hasta 70 por ciento. En el incremento actual se están valorando otros factores, como el estímulo que puede producirse en el contrabando, el desvío de muchas compras al Depósito Libre de Golfito, el efecto sobre la demanda de los artículos y el efecto sobre la inflación.
Bernal Aragón, jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), no descartó que adopten acciones legales en contra de este incremento pues considera que el Poder Ejecutivo debe impulsar una mejor recaudación y reducir más el gasto antes de subir más los impuestos.
Aseveró que el aumento en el selectivo de consumo y en otros tributos son medidas "cortoplacistas, sencillas y fáciles de tomar pues lo único que quiere el Gobierno es más recursos para gastarlos en forma política".
Colaboró en esta información Rónald Matute, redactor de La Nación.
Un impuesto salvador
El impuesto selectivo de consumo se ha convertido en el salvador de todos los gobiernos que enfrentan problemas fiscales, dado que puede ser elevado administrativamente, sin necesidad de ir a la Asamblea Legislativa. Así lo dispone la Ley 6820 de noviembre de 1982.
Esta Ley clasifica las mercancías sujetas al tributo (1.500 incisos arancelarios) en tres grupos: unas con tarifa de 10 por ciento (reconocidas como las del anexo 3), otras con tarifa 25 (anexo 2) y otras con tarifa 50 (anexo 1).
El artículo 12 de la Ley faculta al Ministerio de Hacienda a elevar hasta en 15 puntos cada una de esas tarifas; cada alza debe distanciarse seis meses una de la otra. La Ley de Equilibrio Financiero de 1984 tiene una disposición que autorizó a elevar en cinco puntos más a las mercancías de los anexos 1 y 2.
La cerveza, por ejemplo, forma parte del anexo 2, con una tarifa original de 25 por ciento. Actualmente está en 45 por ciento (se aumentó en los 15 puntos que autoriza la Ley del Selectivo y en los otros cinco de la Ley de Equilibrio Financiero). Como se encuentra al tope no se puede elevar más.
Los carros son del anexo 1; actualmente está en 60 por ciento y puede subirse hasta 70 por ciento.
El Poder Ejecutivo podría gravar otros productos hasta ahora exentos mediante un procedimiento especial, pero hasta ahora nunca se ha hecho.