San José.
Las cámaras empresariales están inquietas por el aumento en el costo de la fuerza laboral que ocurriría al elevar los aportes al regímen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Mientras, los sindicatos consideran que es muy difícil sostener a empleados laborando hasta los 70 años, especialmente en actividades como la agricultura y la construcción.
Las reacciones se consultaron ante el anuncio de la CCSS que, basada en un estudio de la Universidad de Costa Rica acerca de la salud financiera del IVM, propone inicialmente elevar la edad para pensionarse desde los actuales 65 años hasta los 70 años e incrementar los aportes, tanto de los trabajadores como de los empresarios y del Estado.
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Los aportes se elevarían desde el actual nivel de 9,16% hasta un 26,4% de manera escalonada.
El presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), Jorge Arturo González, dijo que ven con preocupación el incremento propuesto en los aportes, pues es un monto considerable. Puntualmente, enfatizó, inquieta el aumento en el costo de la mano de obra, pues actualmente Costa Rica ya tiene costos un 30% por encima del promedio de mano de obra en Centroamérica.
En la misma línea se manifestó Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR). "No consideramos que la solución sea aumentar el aporte patronal, ya que ello encarecería las planillas de las empresas, generando un efecto negativo en la generación de nuevos empleos", expresó.
Juan Rafael Lizano, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) trajo a la discusión el punto del aumento propuesto en la edad para jubilarse. "Eso sería absolutamente imposible; es un trabajo especial con desgaste físico muy alto. Tendría que haber excepciones. Algunos pueden aguantar, pero yo no veo a un agricultor de 70 años con una bomba de espalda (para fumigación) seis horas al día; hay que pensarlo", advirtió el dirigente agrícola.
También lo hizo el director ejecutivo de la Cámara de Industrias de Costa Rica, Francisco Gamboa. "En cuanto al aumento de la edad de retiro, debe contemplarse tanto el factor de sostenibilidad financiera, como los cambios en las capacidades mentales y físicas de las personas conforme avanza nuestra edad", comentó.
El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), Albino Vargas, lamentó que la clase trabajadora tenga que pagar por decisiones tomadas en los años 2011 y 2012 que afectaron al IVM. Señaló que elevar la edad para pensionarse es condenar a los empleados a entre 45 y 50 años de trabajo.
Agregó que el agotamiento de la reserva del IVM en el 2030 no es noticia nueva porque se había advertido desde el 2005. En eso coincidió con la diputada y exministra de Trabajo, Sandra Piszk, quien recordó que estudios anteriores habían proyectado el agotamiento del sistema en diferentes años, por ejemplo en el 2016, 2035 y 2040.
Piszk explicó que está por verse cuál es la solución, pero probablemente sean justes graduales, tanto en la edad como en incremento de cuotas.
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La actual diputada ha sido parte de las discusiones acerca de la sostenibilidad de los regímenes de pensiones, tanto los que tienen cargo al presupuesto nacional, como las consideradas "pensiones de lujo" y el IVM de la CCSS.
Por su lado, la Unión Nacional de Empleados de la Caja (Undeca) enfatizó que en la mayoría de los casos ni en las empresas públicas, ni las privadas están en capacidad de sostener a personas trabajando activamente a los 70 años, tomando en cuenta enfermedades laborales, emocionales, desgaste físico, problemas psiquiátricos, accidentes, recargos de trabajo y exposición de muy alto riesgo.