Las operadoras de pensiones complementarias (OPC) administran recursos de trabajadores equivalentes al 13,3% del producto interno bruto (PIB).
Los seis fondos de pensiones que funcionan en el país reportaron un saldo de dinero de ¢3,6 billones a setiembre anterior, según datos de la Superintendencia de Pensiones (Supén).
Dicho monto de dinero significa el doble del administrado por las OPC hace cuatro años .
La mayoría de los recursos de las operadoras está invertido en títulos del Gobierno Central.
Sin embargo, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) abrió la posibilidad de diversificar las inversiones a los fideicomisos de infraestructura con cambios reglamentarios avalados en los últimos dos meses.
“El Consejo ha establecido un hito relevante y es la posibilidad de que el ahorro contenido en los fondos de pensiones pueda ser invertidos en fideicomisos de obra”, recalcó Alfonso Meléndez, gerente de Fideicomisos de Banco Improsa.
José Luis Arce, presidente del Conassif, recalcó que cada OPC deberá administrar de forma apropiada el riesgo de sus inversiones.