Producción industrial de China sufre fuerte desaceleración

Banco central de esa nación ratificó sus apoyos monetarios

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Pekín. AFP y EFE La producción industrial china interanual aumentó 6% en abril, bastante por debajo de lo esperado por los expertos, según cifras oficiales difundidas por la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS).

Los analistas interrogados por la agencia Bloomberg esperaban un aumento del 6,5%. Este resultado refleja los problemas de la industria pesada china, que padece un proceso de sobrecapacidad.

De forma paralela, el Banco Popular China ratificó que mantendrá sus apoyos monetarios para impulsar la economía, tras conocerse también una fuerte caída en el crédito durante abril.

La producción industrial había crecido con fuerza en marzo (6,8%), gracias a medidas de apoyo gubernamentales y a una mejora del mercado inmobiliario. Pero esta recuperación se ha revelado al cabo bastante breve.

La BNS insistió en la caída de la demanda externa, pues las exportaciones chinas flaquearon en abril, en el declive de la producción minera y sobre todo en el mal estado de grandes sectores de la industria, como la siderurgia, lastrados por esas sobrecapacidades.

El índice de las ventas minoristas, que mide el consumo de los hogares, aumentó en abril 10,1% en cifras interanuales, cifra que refleja también una desaceleración y está muy por debajo de las previsiones.

De forma general, “la marcada desaceleración de la producción industrial muestra que la estabilización de la economía, a la que se aludió el mes pasado, no es tan sólida como se podía imaginar”, declaró a Liao Qun, analista del Citic Bank International.

“Tras el fuerte repunte económico de marzo, asistimos a una especie de corrección”, advirtió.

Por otra parte, en los primeros cuatro meses de 2016, las inversiones en capital fijo, que reflejan el gasto público en infraestructuras, aumentaron 10,5% en términos interanuales, lo que igualmente supone una desaceleración.

La transición llevada cabo en China –en favor del mercado, de los servicios y del consumo interno– parece dolorosa y caótica, en especial para la industria pesada, no rentable y muy endeudada.

Peor aún, al multiplicar las medidas de flexibilización monetaria para reactivar la economía, las autoridades han alentado un crecimiento del crédito (que más bien cayó el mes pasado), lo que provoca ahora una inquietante proliferación de créditos morosos o dudosos, y un riesgo de desestabilización financiera.

Medidas en pie. Precisamente, el Banco Popular de China (central) ratificó el fin de semana que mantiene sus políticas de apoyo monetario al crecimiento económico, a pesar de la caída del crédito de abril y de que en las últimas semanas ha retirado liquidez del sistema financiero.

El banco central que su “política monetaria prudente no ha cambiado”, que el apoyo financiero a la economía real es “todavía fuerte” y que la liquidez del sistema bancario se encuentra en niveles “razonables”.

La autoridad monetaria publicó el 13 de mayo sus estadísticas mensuales de crédito que reflejaron una caída del 21,6% en los nuevos préstamos en yuanes concedidos en abril, tras un primer trimestre de récord.

Así, los nuevos créditos ascendieron a 555.600 millones de yuanes ($85.500 millones) el mes pasado, una quinta parte menos que en abril de 2015 y algo más de un tercio del valor de los préstamos de marzo, de 1,37 billones de yuanes ($210.800 millones).

En marzo, la concesión de créditos se volvió a agilizar, después del hundimiento de febrero que siguió al máximo histórico registrado en enero, para completar un primer trimestre en el que se dieron préstamos por valor de 4,61 billones de yuanes ($0,7 billones) .

En los tres primeros meses del año, el valor del crédito en China subió cerca de un billón de yuanes respecto al mismo periodo del ejercicio previo, lo que supuso un incremento del 25%.

Este rápido aumento de los préstamos coincidió con una serie de inyecciones de liquidez multimillonarias llevadas a cabo por el banco central y su sexta reducción de los coeficientes de caja del último año para estimular la economía, tras bajar seis veces los tipos de interés entre noviembre de 2014 y octubre de 2015.

Estos movimientos alarmaron a algunos analistas y, en marzo, las agencias de calificación Moody’s y Standard & Poor’s rebajaron de estable a negativa su previsión de futuro para la economía china citando, entre otras razones, el fuerte impulso del crédito y las crecientes tasas de morosidad.

En las últimas semanas, el Banco Popular ha ido retirando parte de la liquidez que previamente había introducido en el sistema bancario –esta semana fueron 110.000 millones de yuanes ($19.600 millones)– y, tras la caída del crédito de abril, ahora asegura que la situación es “normal” .

La autoridad monetaria china atribuyó a factores estacionales el retroceso de los nuevos préstamos en yuanes, que suelen bajar en abril, y a la mayor “precaución” de las entidades para “controlar los riesgos” .

Además, advirtió de que cabe esperar unos indicadores de liquidez moderados en los próximos meses, puesto que el año pasado se realizaron muchas inyecciones durante el segundo y el tercer trimestre para mitigar las crisis que sufrieron las bolsas chinas el pasado verano.