IVM duplicó gasto administrativo por cobros de Caja e impago de cuotas

Fondo registró salida de ¢72.000 millones hasta setiembre de este año, frente a los ¢38.000 millones del 2017. Cobro de la Caja por servicios de apoyo y provisión por impagos, disparó egresos.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Los gastos de administración del régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) reportan, durante este año, el incremento más relevante en los últimos cinco años. Entre enero y setiembre pasado, el costo llegó a ¢72.284 millones, es decir el doble, comparado con el mismo periodo del 2017, cuando ascendió a ¢37.798 millones.

El aumento se explica por el pago efectuado por el fondo de pensiones a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por la venta de servicios por la atención de trámites de jubilados. También por las provisiones por el impago de cotizaciones, en especial trabajadores independientes, se detalla en los estados financieros del IVM.

El ascenso de ambos rubros no es un fenómeno atípico, sino que es uno de los problemas recurrentes que enfrenta el principal régimen de pensiones del país y fue advertido, desde el 2016, en el estudio actuarial de la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Costa Rica (UCR). El informe detectó que ambos egresos fueron los que más impulsaron el gasto de administración entre el 2000 y 2015.

La Nación efectuó una revisión de los estados financieros del IVM, a partir del 2016 y hasta setiembre pasado, y encontró el mismo patrón señalado en la valuación actuarial de los especialistas de la UCR.

De hecho, en ese informe, avalado por la Superintendencia de Pensiones y la CCSS, se concluyó que uno de los gastos administrativos provocó que se adelantara uno de los momentos críticos del IVM, es decir cuando los ingresos del régimen son insuficientes para pagar pensiones y se empieza a utilizar la reserva.

“¿Qué fue lo que ocurrió para que más bien se adelantaran los momentos críticos previstos? En primer lugar, no se logró reducir el gasto administrativo sobre los salarios, sino que se mantuvo casi constante. En este estudio se hizo la separación de lo que no corresponde a gastos administrativos de IVM. En efecto, con esta separación el costo de administración representa el 4,2% sobre la cuota de 7,5% sobre los salarios en 2005, en lugar del 5% que se reportó en ese año”, se sostuvo en el documento para demostrar el mal cálculo hecho en ese año.

A diferencia del informe de la UCR, en el último estudio actuarial hecho por la propia Caja al IVM, de julio del 2019, no se efectuó ningún análisis del peso de los gastos administrativos, ni se efectuó ninguna proyección del crecimiento individual en las próximas décadas, pues se incorporó entre los gastos totales del sistema.

La Ley Constitutiva de la CCSS establece que los gastos de administración del régimen no podrán superar el 5% de los ingresos efectivos del fondo. En el acumulado de este año, los costos de administración fueron equivalentes al 6,5% de los ¢1.097.498 millones, según los estados financieros.

El gasto más relevante en el IVM es el pago de jubilaciones para 316.215 personas, que, entre enero y setiembre de este año, ascendió a ¢861.488 millones, es decir, el 82,5% del total de egresos. Mientras, el pago que hace el fondo de pensiones al Seguro de Salud de la CCSS, por la atención médica de los pensionados fue de ¢109.291 millones, es decir el 11% del gasto total.

Ver más
Desglose de egresos

En la reconstrucción de gastos de administración, hecha en el estudio actuarial de la UCR, se insistió en que la tendencia de crecimiento implicaba un riesgo adicional para el sistema, al igual que el rápido crecimiento en la cantidad de nuevos jubilados. De hecho, entre las recomendaciones estuvieron revisar el modelo que utiliza la Caja para cobrar por los servicios vendidos al IVM y estudiar una posibilidad para reducirlos.

Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS, comentó que el gasto en salarios de la división a su cargo se reduce durante este año, lo cual es cierto. Entre enero y setiembre pasado, el egreso en remuneraciones fue de ¢4.942 millones, mientras que en el mismo periodo del 2020, ascendió a ¢5.057 millones. Así lo muestran los estados financieros del IVM. La baja se explica porque los puestos de las personas que se jubilan no se reponen, dijo.

“Los gastos que sí tienen un incremento es lo que se paga al IVM, al seguro de salud, por el servicio dado en las 80 sucursales de la Caja en el país”, explicó Barrantes.

Una de las opciones en las cuales trabaja la entidad, dijo el gerente, es en establecer trámites en línea que permitan al fondo de jubilaciones reducir el costo de factura por la venta de servicios efectuada por la propia institución aseguradora.

Hasta setiembre, el régimen de pensiones realizó pagos por ¢14.352 millones, es decir un alza del 5,2%, frente a los ¢13.640 millones en el mismo periodo del 2020. Anualmente, este rubro supera los ¢21.000 millones.

La Dirección Actuarial y Económica de la CCSS es la que realiza el cálculo del costo de la venta de servicios efectuadas por la institución al IVM. El estudio para estimar dicho cobro se efectúa cada tres años.

Las cuentas por cobrar a los trabajadores independientes y asegurados voluntarios es el otro rubro que reporta un incremento relevante en los últimos años.

Por normativa contable, la institución tiene que efectuar una provisión de los pagos pendientes de contribuyentes considerada de difícil recuperación o incobrable. Si el cotizante llega a un arreglo de pago con la Caja, la estimación se revierte conforme ingresan los recursos.

Entonces, a finales del 2020, el Área de Gestión y Cobro de la CCSS solicitó al IVM efectuar dicha reserva que, entre enero y setiembre pasado, ascendió a ¢30.615 millones, frente los ¢4.593 millones del 2020, muestran los estados financieros.

El estudio actuarial de la UCR muestra que este gasto tuvo, entre el 2020 y el 2015, varios incrementos similares. Por ejemplo, en el 2014, reportó un ajuste de ¢21.492 millones.

El año pasado dicho rubro anual ascendió a ¢34.075 millones y, en el 2019, a ¢39.334 millones, según los estados financieros del IVM.