Lima, Perú. La dispersión de regímenes básicos de pensiones tiende a generar diferencias entre trabajadores debido la existencia de sistemas con mejores condiciones de jubilación, pese al desempeño de actividades similares.
Esa es la realidad que Fabio Bertranou, especialista en Mercado de Trabajo y Seguridad Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encuentra en varios país de Latinoamérica.
Para Bertranou tales diferencias provocan desigualdad y confrontación, pues las personas no están dispuestas a disminuir sus derechos de retiro.
Él conversó con La Nación sobre los retos de los fondos de pensiones, como el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), en la Reunión Regional Americana de la OIT, realizada en Lima a mediados de octubre.
¿Cuáles son los retos de los regímenes de pensiones en escenarios demográficos en descenso?
Hay una restricción importante para el desarrollo de los sistemas tradicionales que es el problema de la informalidad.
”Un sistema de pensiones tradicional no termina de dar un desempeño adecuado para todos los trabajadores, pues están diseñados para quien tiene estabilidad y regularidad en su empleo”.
¿Qué alternativas hay: subir la contribución, más cobertura?
La política de seguridad social tiene que articularse en la búsqueda de más recursos y procurando espacios para aumentar el número de contribuyentes al traer al trabajador informal a la formalidad. La política de seguridad social no puede ser aislada; debe estar ligada a las políticas laborales del país.
¿Qué han hecho los países que ya pasaron por esta encrucijada?
Los países europeos tienen una tasa alta a los salarios para financiar los sistemas. La pregunta es si esas cargas son posibles en América Latina. En algunos países hay espacios para subir las tasas de contribución. La otra fuente son los impuestos para financiar la demanda de gasto social.
”Es importante discutir las reformas tributarias. América Latina, en promedio, recauda poco con lo cual habría posibilidad de subir la carga tributaria, mediante una estrategia de consenso”.
En Costa Rica hay varios sistemas básicos de pensiones: IVM, Magisterio Nacional, Poder Judicial. ¿Es conveniente tener esa dispersión de regímenes?
El modelo ideal en pensiones es tener un sistema unificado con características, condiciones y requerimientos similares para todos los trabajadores.
”Sería recomendable, aconsejable, aun cuando haya regímenes específicos para ciertos colectivos, ir tratando de converger en reglas comunes”.
¿Cómo se pueden unificar regímenes con diferentes condiciones de prestación y de aportes?
Sí, es un debate. Es importante sentarse a debatir con los sectores sobre las perspectivas futuras. A veces es muy difícil limitar o tratar de cortar estos derechos adquiridos a los trabajadores que ya están en el régimen.
”Hay que hacer el esfuerzo de proyectar para adelante y ver cómo se pueden ir unificando regímenes que demandan gran cantidad de recursos y generan desigualdad entre trabajadores similares que están fuera de ese régimen. Hay que encontrar una solución de convergencia”.
”En Brasil hubo una discusión muy importante del régimen especial de los servidores públicos. Hubo varias reformas para mejorar la situación y fue exitosa, aunque no lo han solucionado por completo”.
¿Es importante hacer estudios actuariales a los regímenes?
Es muy importante. Hay que hacerlos para tener las proyecciones financieras del sistema y para tomar las medidas correctivas con debida anticipación. El problema en América Latina es que hacemos las reformas de última hora.
En Costa Rica se generó un debate por una revisión independiente que se hará al IVM.
Es bueno que haya una tercera opinión que contribuya al debate y a la discusión de las distintas proyecciones.
”Me parece que se debe tener un criterio amplio, con distintas evaluaciones, y a partir de esto tener un debate de dónde partir. Obviamente esa discusión debe ser tripartita, con el Gobierno, el sector empresarial y el sindical”.