La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) congeló temporalmente el pago del 50% de su deuda este año como consecuencia de su crisis financiera.
También suspendió el aporte que hace la empresa al Fondo de Ahorro y Crédito, al Centro de Recreación Sindical, el servicio de soda y otros beneficios de la convención colectiva de los 2.200 empleados. Así lo confirmó ayer a La Nación Víctor Solís, gerente general de la CNFL.
Solís explicó que se vieron obligados a tomar la decisión por el rechazo de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) de cargar a la tarifa de luz ¢30.000 millones. Además, porque la Contraloría General de la República improbó que se presupuestaran los recursos rechazados por la Aresep, según el informe DFOE-AE-0687 .
Estos incluyen precisamente el pago de la deuda y el aporte a la convención colectiva. El ente contralor avaló un presupuesto parcial de ¢278.488 millones.
“Tenemos recursos suficientes para pagar la deuda y hacer el aporte de la convención; pero no tenemos la autorización de la Contraloría para ejecutarlos”, reconoció Solís.
La empresa informó este lunes a sus empleados sobre la suspensión de los beneficio de la convención colectiva.
El jerarca se reunirá, la próxima semana, con funcionarios de la Aresep y la Contraloría para explicar la actual situación.
La Autoridad Reguladora aprobó, en noviembre pasado, elevar las tarifas de la CNFL un 18,6%, aunque la empresa había solicitado que fuera del 35%.
Juan Manuel Quesada, intendente de Energía de la Aresep, explicó que por ley no puede trasladar a tarifas los gastos e inversiones desproporcionados, en específico los de los proyectos Balsa Inferior y Eólico Valle Central.
“La Compañía es la responsable de esas inversiones y es la que debe justificar si los costos de esos proyectos son trasladables a las tarifas”, detalló Quesada.
Por otra parte, la CNFL informó en un hecho relevante , el lunes anterior, de que proyecta terminar este año con una pérdida de ¢10.819 millones por el impacto en su flujo de caja del menor ajuste tarifario avalado.
Con este sería el tercer año consecutivo en que la subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) cierra con números rojos.
La empresa pública entró en crisis como consecuencia del Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior , ubicado en Alajuela. La obra costó $327 millones, pero su valor inicial era de $93 millones.
La CNFL tiene la exclusividad de brindar a 520.000 abonados de la Gran Área Metropolitana (GAM) el servicio de energía.
Detalle. La CNFL está comprometida a pagar ¢15.487 millones a sus acreedores (bancos e inversionistas) durante este año.
Sin embargo, solo cuenta con la aprobación presupuestaria de la mitad de los recursos .
Solís dijo que solo está garantizado el pago de la deuda hasta mayo próximo; pero necesitan el aval de la Contraloría para cancelar el resto del dinero.
Hasta setiembre anterior, el pasivo de la CNFL ascendía a ¢195.000 millones por concepto de préstamos y emisiones de deuda, según sus estados financieros.