Moscú. El Banco Central de Rusia hizo saber el domingo que está capacitado para mantener la estabilidad financiera del país a pesar de la congelación de sus activos internacionales anunciada en la víspera por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá y Reino Unido, en una de las sanciones más duras recibidas por Rusia desde que comenzó su invasión de Ucrania.
Estas sanciones —que también comprenden la exclusión de algunos bancos rusos del mecanismo financiero SWIFT—paralizan buena parte de los €600.000 millones en oro y divisas del Banco Central y amenazan con desplomar la moneda nacional, el rublo, cuando los mercados internacionales abran este lunes.
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“El Banco de Rusia cuenta con los recursos y herramientas necesarios para mantener la estabilidad financiera y asegurar la continuidad operativa del sector financiero”, afirmó el servicio de prensa de la entidad en un comunicado. La institución se compromete a seguir aportando liquidez a los bancos y aseguró que el sistema bancario ruso “tiene suficiente capital y liquidez para funcionar sin problemas en cualquier situación”.
“Todos los fondos de los clientes en las cuentas están garantizados y están disponibles en cualquier momento”, según el Banco Central. “Las tarjetas bancarias de todos los bancos de Rusia también continúan funcionando con normalidad”, agregó la entidad.
Asimismo, el Banco recordó que cuenta con su propio sistema de transferencia, parecido al SWIFT, pero de alcance mucho más limitado, el Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros (SPFS) del Banco de Rusia, que seguirá operando “bajo cualquier escenario”.
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