La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) rechazó en dos oportunidades la solicitud de ajuste del precio de venta del búnker gourmet solicitado por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
En la primera negativa, de mayo del 2012, la Autoridad Reguladora argumentó que la solicitud no estaba debidamente justificada, ni contenía la información necesaria para llevar a cabo un ajuste en el precio, según la resolución 865-RCR-2012.
En agosto de ese mismo año, Recope pidió nuevamente la fijación del precio del búnker mediante un estudio extraordinario de precios. Empero, la Aresep determinó que dicho pedido debía realizarse a través de una solicitud ordinaria.
Adicionalmente, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) presentó una oposición en dicho proceso que se resolvió en setiembre del 2012.
Fue hasta junio del 2013 cuando la Autoridad Reguladora aprobó el precio para el búnker gourmet , pero solo para las nuevas compras de hidrocarburos.
Dicha tarifa no se aplicaba a las adquisiciones realizadas a un menor precio. Sin embargo, ese, precisamente, es el objetivo de Recope y el ICE para recuperarse de la pérdida de ¢10.000 millones por la importación del combustible con sobreprecio.
“En términos generales, hay que tener en cuenta que, según la Ley de la Autoridad Reguladora, los prestadores de los servicios públicos solo pueden cobrar los precios fijados por el ente regulador”, explicó Juan Manuel Quesada, intendente de Energía.
Asimismo, Quesada dijo desconocer el acuerdo, del 2011, en que Recope y el ICE pactaron traer el búnker gourmet .
Durante esos dos años y medio, Recope importó más de 390 millones de litros de combustible para la operación de la planta térmica de Garabito. El costo ascendió a ¢134.000 millones para la Refinadora, pero el Instituto pagó ¢124.000 millones, con base en la tarifa avalada por la Aresep.