La alta morosidad en la recaudación municipal socava las obras y servicios en 34 gobiernos locales del país.
En estas localidades, el promedio de mora pasó del 43% en el 2013, a un 46% el año pasado, según el registro de liquidación presupuestaria hecho por 81 ayuntamientos ante la Contraloría General de la República.
Aunque hay municipios en los que los niveles son aún mayores.
En este grupo de 34 cantones, el saldo de mora fue de ¢88.000 millones el año anterior, según los datos procesados por la Contraloría a pedido de La Nación .
Los recursos totales sin cobrar por todas las municipalidades del país fueron, en el 2014, de ¢124.000 millones; es decir, el grupo en cuestión concentra el 70% del dinero sin cobrar.
“Los altos índices de morosidad tienen repercusiones sobre los servicios que prestan las municipalidades, en inversión de obras y en lograr un impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos y fomentar el desarrollo cantonal”, explicó German Mora, gerente de Desarrollo Local de la Contraloría.
En estos 34 ayuntamientos viven más de 2,1 millón de personas, o sea, el 49% de la población del país, según el Censo Nacional de Población 2011.
Para el ente contralor, la mora es el total de las sumas acumuladas no canceladas por los contribuyentes respecto de sus obligaciones de pago cada año.
La institución cataloga la morosidad como alta cuando es superior al 30%.
En el caso del déficit municipal, el año pasado se redujo la cantidad de gobiernos locales con este problema, y hubo un aumento en los ingresos.
Los gobiernos locales cobran los impuestos de bienes inmuebles, patentes y permisos de construcción. Asimismo, tasas por servicios como recolección de basura, aseo de vías, entre otras.
Otras fuentes de financiamiento son las transferencias del Gobierno Central y los créditos.
Características. El 76% de los cantones que reportan una alta mora están fuera del Gran Área Metropolitana (GAM).
Además, en la mayoría de los casos es un problema que se tiene varios años de arrastrarse.
Mora explicó que entre los detonadores de la morosidad está la carencia de políticas para gestionar el adecuado cobro a los contribuyentes.
Yanina Soto, presidenta ejecutiva del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), comentó recientemente que cuentan un plan de apoyo a los gobiernos locales para fortalecer la estructura de sus finanzas.
Añadió que los municipios con más problemas necesitan invertir recursos que poseen para elevar su recaudación.
Rolando Rodríguez, presidente de la Unión de Gobiernos Locales, explicó que los problemas municipales no se pueden generalizar, pero en los cantones con mayor atraso es necesario ordenar la información financiera.
La situación de los gobiernos locales se complicó durante este año, según el informe Evolución fiscal y presupuestaria del sector público de la Contraloría.
El documento alerta sobre un estancamiento en el cobro de impuestos y tasas en los municipios, que son un riesgo en la lucha para reducir la alta morosidad.