Una excitativa de los exportadores nacionales para que se adecue la terminal del aeropuerto Juan Santamaría conforme a sus necesidades, y sus denuncias sobre la intromisión política en el asunto, los enfrentó ayer con las tesis de los funcionarios del Gobierno.
La controversia surgió a raíz de la denuncia de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO), según la cual sus soluciones "no han sido tomadas en cuenta... ya que conllevan la inclusión de personal idóneo en calidad profesional, ética y moral, que permita que las operaciones del aeropuerto Santamaría se acerquen a lo que los países desarrollados tienen".
CADEXCO denunció, además, que tanto en el Gobierno anterior como en este no se le ha dado el trato que el problema amerita. También consideró que "la práctica tradicional de llevar amigos políticos a los puestos administrativos y operativos del aeropuerto ha hecho que la crisis actual sea de verdadera emergencia".
Los exportadores consideran que también se dieron supuestas anomalías en la concesión de los trabajos que actualmente se desarrollan en la terminal aérea.
Pero el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Bernardo Arce, aseveró que, si hay dudas sobre la concesión o los trámites, se deben llevar a las instancias pertinentes, es decir, a los tribunales de justicia.
Respondió que el Gobierno realiza mejoras en el Santamaría conforme a sus posibilidades de inversión y que no es factible constuir algo parecido, por ejemplo, a lo que se ofrece en el aeropuerto de Miami.
El ministro repitió que con las mejoras darán un servicio superior a lo que se tenía hasta ahora.
Uno de los ministros interesados en incrementar las exportaciones nacionales, el de Comercio Exterior (COMEX), José Rossi, dijo que obviamente le interesa brindar las mayores facilidades a los sectores productivos, pero remitió al MOPT como encargado de la infraestructura del aeropuerto.
La polémica se suscita mientras se desarrollan trabajos para construir una nueva terminal de carga en el Santamaría, con una inversión total estimada por el MOPT en alrededor de ¢600 millones. En la terminal se instala un nuevo radar con una inversión de ¢250 millones, mientras en abril se sacará a licitación un nuevo edificio de ¢2.000 millones.