Enfermedad y baja en precios afectan a la palma aceitera

El mal ‘flecha seca’ contagia ya a 3.300 hectáreas, 30% más que en enero pasado

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Los productores de palma aceitera enfrentan dos graves problemas: la caída en los precios internacionales y la enfermedad ‘flecha seca’, que sigue extendiéndose.

Ese padecimiento afecta a las plantas de cualquier edad y según Erick Quirós, director superior de Operaciones Regionales del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) no sabe qué lo produce, si es un agente patógeno o un desequilibrio fisiológico.

Lo cierto es que en enero del 2013, eran 2.500 hectáreas (h) afectadas con el mal, con una incidencia de 25%, y ahora hay 3.300 h con una propagación del 30%, según datos del MAG y del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE).

Esa área es la que más preocupa a las autoridades por el alto grado de afectación, sin embargo, hay 6.141 h que reportan la enfermedad con menor grado de incidencia, de las cuales 3.598 h son de Palmatica; 1.939 h, de Coopeagropal y 604 h de dueños independientes.

La gerente Agrónoma de Coopeagropal, María Adilia Montero, destacó que sí están preocupados.

“Desde abril, negociamos con los bancos de la zona para que aprueben plazos y se puedan pagar cuotas atrasadas de varios asociados. Por el momento negamos que vayan a haber despidos”, dijo.

Las zonas más afectadas son Parrita y Quepos, donde la enfermedad existe desde hace 10 años. Ahora se extendió a Osa y Golfito.

Celio Meza, jefe de Operaciones del SFE, mencionó que entre los consejos que se dan a los productores sobresalen mejorar el suelo, construir drenajes y fertilizar de manera adecuada.

Explicó que están gestionando un proyecto con la Junta de Desarrollo Regional de la Zona Sur (Judesur) para que la gente pueda darle mantenimiento a sus áreas y gestionan la reestructuración de algunas deudas de los productores.

Doble impacto. Los precios internacionales son otro de los aspectos que bajaron la rentabilidad de ese sector, porque cayeron entre 30% y 40% en un año.

El pico más alto de crecimiento, según cifras del MAG, se reportó en el 2011 y alcanzó los $1.200 por tonelada. Hoy en día, la cotización ronda los $780 por tonelada.

“Esto provocó un doble impacto negativo, sin embargo, ninguna de las empresas más grandes, Palmatica y Coopeagropal, aseguran que deban despedir personal”, dijo Erick Quirós.

Las cifras de exportaciones de ese cultivo tampoco reportan una baja, según datos de la Promotora del Comercio Exterior; más bien, subieron en el 2012 a $223,2 millones desde $203 millones, en el 2011, con México, Reino Unido y Nicaragua como los principales clientes.

Este comportamiento se debe a que hay una alza de 10.000 a 12.000 hectáreas sembradas, según dijo Quirós, por renovación de cultivos o siembras nuevas.