Se trata de una boda sencilla, en la que los novios usan trajes alquilados y una discomóvil ameniza la recepción.
Además, es una boda que se celebraría en la mañana, porque servir un desayuno es mucho más económico que una cena.
Según varios especialistas en organizar este tipo de eventos, consultados por La Nación , solo este punto puede variar hasta en un 50% el presupuesto estimado.
Con base en información brindada por los organizadores y en los precios mínimos que ofrecen sus proveedores, una boda así, para 100 personas, costaría alrededor de ¢3 millones.
La cifra se desprende de los costos estimados y mínimos de una boda austera.
Para el cálculo se está considerando el alquiler del vestido de novia y el traje del novio, en lugar de la compra de estos atuendos.
Aunque se pueden encontrar anillos convencionales a precios más cómodos, se consideraron unos que se venden especialmente para matrimonios (¢101.000).
La boda es un evento familiar y social importante. Los profesionales recomiendan iniciar su planificación de seis meses a un año antes de la fecha fijada.
Esto garantiza contar con el local y proveedores deseados, aparte de que los gastos se pueden programar mejor.
Lugar y comida. Se necesita tiempo para cotizar y visitar lugares. Y los precios están condicionados por la ubicación, la época y hora.
El costo del local, más alimentación, representa el 50% del presupuesto. Blondell Thomas, de Mtz Event, comenta que en lugares como Swiss Travel los precios rondan los ¢15.000 por persona.
Según la organizadora Stibaliz Araya, de Special Bodas y Eventos, una boda con 100 invitados bien podría significar una erogación de entre ¢1,5 millones y ¢2,5 millones, para ambos rubros.
Además, la ceremonia y la recepción en la playa a primeras horas del día pueden tener el mismo valor que una boda de noche en la ciudad. Las bodas matutinas son más baratas que las nocturnas.
Menos invitados. Los organizadores comentan que, debido a los altos costos, la tendencia es a sacrificar el número de invitados.
Los novios prefieren destinar más recursos a decoración, comida y entretenimiento. Según expertos, cada vez son menos las bodas que sobrepasan los 200 invitados.
Otro punto por considerar es que ahora los proveedores emiten cotizaciones en dólares, aunque siempre acepten pagos en colones.
Rodrigo Vásquez, consultor de Amazing Weddings, cree prudente no pedir más de tres cotizaciones por servicio. Según su experiencia, esto podría entorpecer la toma de decisiones.
Sin embargo, no se incluyen detalles como el ramillete de la novia, que puede costar desde ¢35.000; los botones para el cortejo ¢3.000 cada uno, y, si es una ceremonia civil, hay que tomar en cuenta los honorarios del abogado, que van de los $200 en adelante.