Organismos de turismo y organizadores de convenciones están entre los grupos que presionan a Estados Unidos para cambiar algunos de sus requisitos más onerosos para sacar una visa, ya que argumentan que la normativa actual deja fuera a muchos viajeros empresariales internacionales.
Argumentan, además, que un proceso más rápido y eficiente ayudaría a las formas estadounidenses a competir en el mercado mundial.
El tiempo de espera para obtener una visa en algunos países puede ser hasta de 100 días, según el organismo gremial estadounidense Asociación de Viajes, y los viajeros que no viven en una ciudad donde hay un consulado de esa nación, o cerca de ella, podrían tener que cubrir cientos de dólares en gastos de viaje para asistir a las entrevistas en persona que son obligatorias.
“No hay nada, absolutamente nada, en una espera de 100 días que nos haga estar más seguros”, dijo Geoff Freeman, director operativo de la Asociación. “Eso le está costando caro a nuestra economía”.
Los viajes mundiales de distancias largas crecieron 40% del 2000 al 2010, dijo la Asociación, pero la parte estadounidense cayó de 17% a 12.4%. La Asociación calculó que al no mantener el paso, Estados Unidos perdió 78 millones de visitantes potenciales que habrían generado $606.000 millones en gastos.
La Asociación impulsa una legislación por la cual se reduciría el tiempo de espera para las visas, agregando más personal y reubicando oficinas consulares a mercados de alta demanda, eliminando las entrevistas en persona para solicitantes que renuevan visas, introduciendo un programa piloto de videoconferencias para hacer las entrevistas, y expandiendo el programa de dispensa de visas.
En meses recientes, legisladores tanto del Senado como de la Cámara de Representantes presentaron ocho iniciativas de ley para estimular los viajes a Estados Unidos. En una entrevista, el subsecretario de Estado ,Thomas R. Nides, dijo que es indiscutible la correlación entre la emisión de visas y el gasto.
“Estamos muy concentrados en un diálogo en curso por el cual se facilitaría el viaje legítimo y el crecimiento del empleo”, dijo. “Pero es hacer malabarismos. Se tiene que tomar (cada decisión) a la luz de la seguridad nacional”, agregó.
El Departamento de Estado dice que pese al aumento en la demanda – el trámite de visas aumentó a 48% en China y 63% en Brasil en los últimos tres meses del 2011, en comparación con el mismo período del año anterior–, disminuyó el tiempo de espera para las entrevistas.
Competencia. Entre tanto, otros países actúan dinámicamente para atraer viajeros de países que no son parte del programa de dispensa.
En julio, Canadá estableció una visa de entradas múltiples para 10 años para todos los países que necesitan una, incluidos Brasil y China, y anunció en agosto la apertura de tres nuevos centros de solicitud de visa en Brasil, según el organismo gremial Asociación de Turismo de Canadá. “Las políticas anteriores estaban basadas en nuestras concepciones del siglo XX y necesitan evolucionar”, señaló David F. Goldstein, su presidente y director.
Shane Downey, el director de políticas públicas de la Asociación Mundial de Viajes de Negocios, dijo que un discurso ante la reciente convención anual del organismo en Denver, que incluyó la discusión sobre la reforma a las visas, puso el dedo en la llaga. “Inmediatamente empezamos a recibir correos electrónicos sobre la frustración de nuestros miembros”, dijo.
Steven Hacker, el presidente de la Asociación Internacional de Exposiciones y Actividades, dijo: “Cuando los compradores y vendedores internacionales tratan de venir y no pueden, se van a otros países”. Contó que para una exhibición reciente de la Asociación de Fabricantes de Equipos, un acto para la industria de la construcción que se realiza cada tres años, se rechazó la solicitud de visa de una persona en un grupo grande al último minuto, así es que no pudo asistir el grupo entero.
Gary Shapiro, el presidente de la Asociación de Artículos Electrónicos de Consumo, dijo que su organización también pierde muchos visitantes de mercados como China para su exposición anual.
“Creo que los consulados y la Embajada de Estados Unidos en China han sido receptivos, pero les faltan personal y recursos. (...) Con todo, nos enteramos de muchos rechazos de visas por razones desconocidas”, dijo.
Christopher Nassetta, el presidente de Hilton WorldWide, contó una historia parecida sobre la conferencia mundial de su compañía en el 2010 en Orlando, Florida, para 1.000 dueños de todo el mundo que representaban a 10 marcas Hilton WorldWide. “Pero tuvimos algunos casos en los que no pudimos conseguir que dueños entraran en el país”, expresó.
“No puedes tirar al bebé junto con el agua de la bañera”, comentó, refiriéndose a la seguridad después de los ataques del 11 de setiembre. “Necesitamos empleos. Necesitamos crecimiento económico”.
Cuestión de seguridad. Comprometer la seguridad es una inquietud mayor, dijo Bruce McIndoe, el presidente de iJET Intelligent Systems, una empresa de manejo de riesgos de viaje. “Siempre hay que intercambiar algo. Pero se pueden establecer procesos para minimizar riesgos de seguridad”.
Un problema más grande puede ser que las personas de países sin dispensa se queden en Estados Unidos tras el vencimiento de la visa, comentó. “(Las entrevistas por videoconferencia) serían un buen servicio y ayudarían a facilitar el proceso”, agregó, pero la verificación de documentos, investigación de antecedentes para asegurar que los visitantes regresen a sus países, y el chequeo de bases de datos para identificar a personas que tienen problemas jurídicos o a terroristas conocidos seguirán siendo las medidas más críticas. Según Nides, pese al avance para hacer más eficiente el trámite, que incluyen un incremento marcado en el personal en las zonas de alta demanda, así como en la capacidad para abrir más ventanillas en oficinas y ampliar el horario de atención, persisten los desafíos. Por ejemplo, contratar y capacitar a empleados consulares con las habilidades y capacidades en idiomas para asegurar la emisión visas las personas adecuadas, por las razones correctas, es un proceso sofisticado que lleva tiempo. Y el Departamento, por seguridad, no apoya las videoconferencias, “Pero la realidad, hasta ahora, es que estamos en los niveles anteriores al 11 de setiembre, o por encima”, dijo Nides.