Efecto Fisher internacional

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En uno de nuestros últimos artículos comentamos sobre la teoría de la “Paridad de tasas de interés internacional”.

Un ejercicio numérico en aquella fecha sugería que para una mejor predicción sobre las tasas de interés era necesario considerar el nivel de inflación.

Una teoría muy reconocida en economía, que debe su nombre al economista Irving Fisher, establece que las tasas de rendimiento reales deben tender a la igualdad en todas partes, pero las tasas de interés nominales, las que vemos impresas en el título-valor, variarán según la diferencia entre las tasas de inflación esperadas de los países que apliquen esta medición.

Si estimamos este indicador a junio de este año, reconoceremos que mientras la inflación de Costa Rica es 1,80% mayor que la de los Estados Unidos (4,7%-2.8%), los diferenciales de tasas de interés entre estos países, medidos a 6 meses plazo, son de 2,10% (7,25%-5,04%), es decir, Costa Rica está pagando en sus inversiones un 0,30% más de poder de compra que Estados Unidos.

A la luz de esta teoría y bajo el supuesto de que se mantenga la tendencia en la inflación de estos países, esto sugeriría que existe espacio para un nueva disminución en las tasas nominales que pagan los títulos en Costa Rica.

Esta posible presunción se tiende a reforzar cuando se considera otra interpretación más amplia de la teoría antes mencionada, conocida como el “efecto Fisher internacional”, según el cual los inversionistas en valores extranjeros deben ser recompensados por una tasa de interés mayor, según sea el nivel de devaluación que van a tener que asumir al devolverse a su moneda. Con el dato actual de devaluación acumulada, que apenas ronda el 0,42% , se refuerza la proyección de que el actual nivel de diferencial de intereses está por encima del nivel de compensación, y se hace presumible que las tasas de interés nacionales puedan bajar.

Todo lo que he descrito es teoría, por lo cual no necesariamente se va a cumplir.