Don Julio no les teme a las grandes cadenas

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Paraíso, Cartago. En un espacio de 40 metros cuadrados, la pulpería El Buen Precio, enclavada en el barrio El Chiverre de este cantón, tiene poco que envidiarles a las grandes cadenas de supermercados.

Aquí, los clientes pueden pagar Internet, el cable y los recibos de teléfono, agua y luz del ICE o Jasec, así como los servicios municipales, recargas telefónicas prepago y hasta sacar fotocopias, solo por mencionar algunos servicios complementarios a la tradicional venta de abarrotes.

Muchos vecinos y residentes de otras zonas visitan este punto paraíseño porque, incluso, allí pueden pagar la matrícula o mensualidad de los colegios privados de sus hijos.

En camino. Y la oferta de Julio Mazza, propietario de esta pulpería, no termina aquí, pues muy pronto este educador pensionado de trato amable aceptará tarjetas de crédito y débito.

“Yo no les temo a las grandes cadenas: si ellas innovan, yo trato de innovar también. Aquí, el asunto es luchar y no ponerse a llorar”, relató Mazza.

Su aseveración no es en vano. En un radio cercano a los ocho kilómetros, el cantón alberga un Walmart (antes Hipermás), dos Megasúper, dos Palí y próximamente una Maxi Bodega.

Esto no espanta a don Julio y a sus hijos, quienes destacan las fortalezas que, dicen, tiene El Buen Precio: trato personalizado, conocimiento de las necesidades de sus vecinos y precios cómodos.