La cartera de negocios que mantienen las empresas dedicadas al factoreo o descuento de facturas ascendió a ¢108.500 millones en junio pasado, aproximadamente $220 millones.
Dos años antes, el saldo administrado era de unos ¢42.400 millones ($84 milllones), según datos de la Cámara Costarricense de Empresas de Factoreo.
Este cambio significa un incremento del 160% en ese período.
“El auge proviene de los beneficios. Es una manera de generar liquidez y convertir las ventas de crédito en contado”, explicó José Pablo Arce, gerente de Factoring del banco Lafise.
El servicio permite a las empresas obtener financiamiento o anticipos de dinero a cambio de sus facturas pendientes de cobro.
María Pochet, gerente de Factoreo del Banco de Costa Rica, indicó que el mecanismo puede beneficiar el manejo del flujo de caja, los costos administrativos y las cuentas por cobrar.
“Se programa con mayor certeza el flujo de caja, repone con mejor facilidad el inventario al cobrar sus cuentas de contado y propicia la mejora en la estructura y los indicadores financieros”, dijo Pochet.
Las empresas de factoreo también ofrecen servicios de acompañamiento a sus clientes a lo largo del ciclo comercial, con productos complementarios como garantías electrónicas para licitaciones y factoreo internacional, entre otros.
Según los consultados, la demanda por el servicio de descuento de facturas proviene de empresas de todo tamaño, desde firmas transnacionales hasta pequeñas y medianas empresas (pymes).
“En nuestro caso tenemos muchos clientes pymes del área de servicios, también comercial e industrial”, comentó Silvio Lacayo, gerente de Financiera Desyfin.
Este servicio además es provisto por las empresas tanto en el área urbana como la rural.
Sin embargo, el uso del factoreo tiene su costo, pues la tasa de interés que piden las firmas pueden rondar entre el 17% y el 36%, dependiendo de quién solicite el servicio y de si se lo pide a un banco, una financiera u otra entidad.
Participantes. En el país existe más de una veintena de empresas dedicadas al factoreo. De ellas, 20 están agremiadas en la Cámara.
A junio, dos entidades dominan el 47% del mercado: el banco BAC San José y la Financiera Desyfin. Otros que compiten en el ramo son los bancos Lafise y Cathay, con un 14% en conjunto. El 39% del mercado se divide entre otros participantes.
Para las empresas dedicadas al factoreo, la implementación del mecanismo de factura electrónica (que elimina los comprobantes físicos) no supone un cambio en su estructura de negocio actual, y la Cámara, más bien, está de acuerdo con esta tecnología.