Debilidades en nuevo regimén de educadores

Prevén éxodo de afiliados hacia fondo de la CCSS

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El régimen transitorio de reparto que compone la nueva ley de pensiones de los educadores, podría encaminarse al fracaso pues no cumple con los requisitos básicos de un sistema de este tipo.

Esta es una de las principales conclusiones de un estudio recién elaborado por Andrés Volio Echeverría, analista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica.

Con el título El problema del régimen de pensiones del magisterio nacional -borrador para discusión-, Volio señala algunas de las debilidades y consecuencias de la Reforma Integral del Sistema de Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional, aprobada el pasado 10 de julio y que originó la última huelga de los educadores.

Una de las consecuencias de la aprobación de este sistema, según el investigador, es el traslado de muchos trabajadores del régimen de reparto del Magisterio al sistema de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Para Fabio Durán, director actuarial y de planificación económica de la CCSS, eso podría suceder en el caso de las personas más jóvenes que están en aquel sistema; sin embargo, descartó que eso signifique un problema de desestabilización para el régimen de la Caja.

Este tema es uno de los que más se ha discutido en la comisión de alto nivel, integrada por educadores y Gobierno luego de la huelga y será uno de los prioritarios en los próximos días, según manifestó el viceministro de Trabajo, Eugenio Solano.

Argumentos

La nueva ley de pensiones de los educadores conformó dos regímenes: de reparto y de capitalización.

El primero de ellos cubre a todas las personas que hayan sido nombradas por primera vez con anterioridad al 15 de julio de 1992 o hayan nacido antes del 1°ree; de agosto de 1965.

El régimen de capitalización incluye a todos los educadores nombrados por primera vez con posterioridad al 14 de julio de 1992 o hayan nacido el 1°ree; de agosto de 1965 o en fecha posterior.

De acuerdo con Volio, los sistemas de reparto deben cumplir, al menos, con tres características para garantizar su éxito:

Que se puedan incorporar nuevos trabajadores. La cotización por parte del trabajador oscilaría entre un 10 y un 16 por cientoQue los trabajadores coticen por muchos años. Que la edad de retiro sea elevada.En el caso del aprobado régimen de reparto, Volio señala que esas condiciones no se cumplen a cabalidad.

Según sus argumentaciones, la edad de retiro es baja y el sistema es cerrado, es decir no pueden ingresar nuevas personas, por lo que en algún momento -el año 2001-, el número de jubilados alcanzará a los activos, que son los que sostienen el régimen. En la actualidad, el número de trabajadores activos es de cerca de 40.000, mientras los pensionados rondan los 20.000.

Volio considera que los problemas podrían presentarse incluso antes, conforme aumente el número de trabajadores activos que se traslade al régimen de la Caja, lo que ocasionaría que las pensiones de los actuales jubilados del sistema de reparto se queden sin sustento.

Consultado sobre estos pronósticos, Fabio Durán señaló que, sin duda, la garantía del éxito de cualquier régimen depende de la relación pensionados-activos. Pero advirtió que aunque las personas se retiren de este sistema, el déficit es ya tan grande que no variaría en grandes dimensiones la situación.

Sin embargo, también llamó la atención en el sentido de que una reducción en los ingresos por el retiro de afiliados redundará -tarde o temprano- en menores gastos, por la disminución en el número de pensionados a futuro.

"Lo que se está tratando de buscar son soluciones a largo plazo, el tipo de evaluación que se haga se debe pensar en esta dirección", comentó Durán.

¿Y el de capitalización?

Respecto del régimen de capitalización, que es la otra alternativa que tienen los educadores que comenzaron a laborar luego de julio de 1992, Volio también señala algunas debilidades.

Primero, es un régimen sin beneficios declarados, es decir los beneficios los definirá a futuro una junta de pensiones de acuerdo con los estudios técnicos.

"Esta modalidad de fondo de pensiones no es favorable para los trabajadores... porque no existe garantía alguna de cuales serán los beneficios", establece Volio en su trabajo.

Al respecto, Durán explicó que la junta debe definir en un futuro mediato el plan de beneficios con base en estudios actuariales.

Volio agregó que otra debilidad de este sistema es que la cotización del trabajador puede aumentar por la decisión de la junta de pensiones, mientras que el aporte patronal es establecido por ley.

Durán considera que esto es normal, pues la idea es que los pensionados puedan justificar cuándo se requiere un incremento en el aporte del patrono.

El investigador de la UCR también señala que una parte importante del sueldo del trabajador -2,25 por ciento- no se dedica al fondo sino a financiar las pensiones en curso de pago.

"Eso es cierto, por un período de 10 años. En esa ley se define un sistema de capitalización parcial, implica que a futuro las cotizaciones se pueden ir escalonando, entonces no implicaría ningún problema", argumentó Durán.

De acuerdo con el Viceministro de Trabajo, estos argumentos se podrán discutir de nuevo en la comisión pues se acordó conformar, separadamente, dos estudios para que cada grupo pueda justificar su posición.

Requisitos

A continuación se detallan algunas de las principales características del sistema de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja, del anterior sistema del Magisterio y del actual, según la reforma aprobada en julio pasado.

Régimen de la Caja:

Edad mínima de 59 años y 11 meses (mujeres) y 61 años y 11 meses (hombres) para pensionarse. Haber contribuido con 456 cotizaciones mensuales. El monto de la pensión sería del 60 ciento del promedio de los 48 salarios más altos de los últimos 60 meses. Si cotiza más, podría recibir más, hasta un máximo de 78 por ciento. El patrono aporta un 4,75 por ciento, el trabajador 2,5 por ciento y el Estado 0,25 por ciento.

Régimen anterior del Magisterio:

No había edad mínima. Haber trabajado 30 años como mínimo o 25 años en zonas con difíciles condiciones de salubridad y comodidad. 360 cotizaciones mensuales. La cotización del patrono, Estado y trabajador era de un 7 por ciento cada uno. El monto de la pensión era del ciento por ciento del promedio de los 12 mejores salarios de los últimos dos años.Régimen de reparto del Magisterio

(que se aprobó el pasado 10 de julio):

33 años de servicio o 400 cotizaciones mensuales. El monto de la pensión sería del 80 por ciento de los 48 mejores salarios de los últimos 60 meses.