San José
Gravar la educación y la salud es otra de las propuestas plasmadas por el Gobierno en el Plan de Consolidación Fiscal, que presentó a mediados de octubre.
Para el primero de los casos se propone una tasa diferenciada y para el segundo que se grave según el patrón de consumo o ingreso. En la actualidad no están gravados.
Sobre este tema, La Nación consultó a varios de los expertos en temas tributarios que participaron en el proceso de consulta que desarrolló el Ministerio de Hacienda por nueve meses.
¿Deberían recibir la salud y educación privadas un tratamiento fiscal preferencial?
Jorge Guardia. Economista, expresidente del Banco Central.
"Sí, pues es una forma de estimular la inversión en capital humano, y dar mayores oportunidades a los jóvenes de menores recursos, que son la mayoría".
Roberto Artavia. Economista, académico del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas.
"Yo creo que los servicios de salud sí, pero no los profesionales de la salud, quienes como individuos muchas veces tienen altos ingresos personales que no se controlan.
En general creo que todos los profesionales independientes deben tributar mas y ser mejor controlados y cuando el control no sea posible utilizar una renta presuntiva.
Por otro lado, me preocupa poner impuestos al sector educativo, pero no cuando éste es con fin de lucro. Es cuestión de ver cómo opera cada institución y cargar fiscalmente aquellas que con toda claridad están haciendo una fortuna y disfrazándose de fundaciones para hacerlo".
Alan Saborío. Abogado especialista en impuestos, socio de la firma consultora Deloitte.
"En mi criterio la educación y la salud deberían estar gravadas también con IVA pero con una tarifa diferenciada".