Crónica de los mercados: Cuidado con las trenzas

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Bien advertidos quedamos el miércoles de esta semana: la Reserva Federal de Estados Unidos aumentó en un cuarto de punto sus tasas de interés y de paso dejó en claro que en el futuro cercano vendrán nuevos ajustes, a medida que variables como el empleo, el gasto de los hogares y la inflación estadounidenses confirmen la solvencia del proceso de recuperación económica.

Todo indica que el traslado de este incremento al sistema financiero costarricense será gradual, sin embargo, más allá de la retórica que formula escenarios generales, es buen momento para que los deudores locales repasen características particulares que podrían convertir los acomodos graduales en situaciones complejas.

Los riesgos de mercado pueden venir solos, juntarse y formar trenzas que fácilmente se enredan. Pienso el caso de una familia de asalariados que paga un crédito hipotecario en colones con interés ajustable; las mayores tasas externas y las presiones fiscales internas están servidas para que el próximo año enfrente una cuota mayor.

Si el banco hizo bien las pruebas de estrés y los ingresos de la familia permanecen estables, entre otras variables, este aumento no debería significar un gran dolor de cabeza.

No obstante, recuerdo algunos créditos que están estructurados con la modalidad de tasa escalonada (tasa básica pasiva los dos primeros años; luego tasa básica más un punto porcentual en el año tres y así, en lo sucesivo). Esto significa que por ahí han de haber algunos casos donde coincidirán en el tiempo dos ajustes: el aumento en la base sobre la cual se calculan los intereses y el margen extra que le cobra la entidad financiera.

¿Y si este mismo crédito estuviera en dólares? En caso de que esta familia no fuera generadora de divisas tendría que prever un escenario donde la tasa Libor será un poco más alta, el premio que paga al banco, un peldaño más arriba y los dólares que compre más caros.

Si algo mostró la crisis mundial que estalló en el 2008 fue que la transición a un mundo con tasas de interés más altas luego de varios años de política monetaria laxa, dejó al descubierto los excesos de confianza de los deudores y las debilidades en el sistema financiero.

Se supone que en Costa Rica los reguladores adoptaron políticas para fortalecer los estándares de selección de deudores, las pruebas de estrés y la creación de provisiones, pero es buen momento para que las familias se hagan el autoexamen y comprendan cuan intrincados son los riesgos que amenazan su capacidad de pago.