Contenedor protege de sol y lluvia a la familia Ampié

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La Cruz. Entre las comunidades de San Dimas y Las Vueltas, un viejo contenedor se abre paso entre árboles y matas para dar abrigo al hogar Ampié.

Dentro de esa estructura metálica duermen cuatro personas quienes, de paso, no cuentan con agua potable.

Sus necesidades más elementales como bañarse y lavarse las manos y los dientes las cubren con agua de un pozo, ubicado a un costado del contenedor.

En vez de servicio sanitario, la familia Ampié acude a una letrina no importa si llueve, hace sol, si es de día, de noche o en la madrugada.

El contenedor está colocado como un agregado a la humilde y destartalada vivienda de no más de 6 metros de largo por 4 de ancho, que sirve de cocina y sala.

“Aquí hay muchas familias con niños pequeños que se enferman por problemas y nadie hace nada. Hay letrina; no hay higiene por falta de agua potable”, se quejó Nancy Ampié, quien habló en representación de la hermana y sobrinas que habitan en el contenedor. Ellas optaron por el silencio, sin dar sus nombres.

Nancy prosiguió: “La casa, si es que se llama casa, no es propia. El dueño de la propiedad dio un pedacito para vivir, pero cuando regrese y pida que desalojen, ellos tendrán que hacerlo”.

A pesar de estas dificultades, el hogar Ampié intenta cada día hacer la carga menos pesada, a punta de trabajo, ya sea como cocinera en una escuela o sembrando en la misma propiedad.